Me and my demons.

Bond.

Amber.

¡Zorra!

Míralos ahí cogidos besándose cuando nadie mira. Esto parece un puto chiste.
La maldita mojigata. Siempre haciendo como si nunca hubiera roto un plato, y mírala ahora besando esos labios que pensé que algún día serían míos.

Es un poco repulsivo pero en vez de sentir pena  por ver que no podré probarlos nunca, siento rabia y furia.

Venus nota nuestras miradas y rápidamente se aparta, otra vez como siempre sonrojada y con cara de niña buena.

Me tiene harta.

Yo paso de darles más protagonismo y paso por el lado hasta llegar al baño. Indiferencia es lo que tengo. Paso completamente de ellos. Entro y me deshago de la ropa rápidamente.

Necesito una ducha fría para no reventar este lugar a puñetazos. Totalmente desnuda entro en la ducha dejando un rastro de ropa al lado de esta.
Enciendo el agua y la pongo totalmente fría, al notarla en vez de sentir frío por el agua congelada, me relaja y dejo salir un suspiro largo.

Estoy un poco agobiada.

Me siento como en una ratonera que encima tiene que aguantar a Minnie y Mickey Mouse con su cuento de trágicos amantes.

Entonces oigo como la  puerta metálica del baño se despacio. Me doy la vuelta sin preocupación, la verdad es que me da igual si me ven desnuda.

Veo como entra Rubí. Ella rápidamente se quita la ropa dejándola donde está la mia y entra la ducha conmigo.

Me extraña que quiera que nos duchemos juntas ya que ella nunca quería cambiarse con alguien. Yo creía que le daba pavor que la vieran desnuda.

Ella entra sin decir nada en la ducha, se moja mientras yo estoy enjabonándome el cabello. Yo la miro intrigada por lo que tiene que decir mientras ella actúa con despreocupación.

—¿Estas bien?—dice mientras el agua baja por su cuerpo.

—¿Si, porque lo preguntas?—contesto con desinterés.

—Amber, deja de fingir que eres un frijida que te da igual todo lo que pasa a tu alrededor, se que te ha afectado lo de Oliver y Venus.-Me quedo callada sin saber que responder.

Odio dar la razón, pero esta vez la tiene totalmente y eso me jode. ¿Que coño hago si odio la pura verdad? Nada, olvidarme de él y de toda esta mierda. Noto como Rubí sujeta mi mentón y lo alza haciendo que la mire directamente a los ojos, y ahí es cuando me doy cuenta que esta chica tiene un brillo especial en sus ojos negro azabache. El silencio se hace presente entre nosotras.

Un silencio frágil que hace que deje de respirar mientras le sostengo la mirada sin entender nada.

Ella parece querer decir algo, pero en ese momento se arrepiente y se levanta evitando totalmente mi mirada.

—Bueno, solo quería que supieras eso, nada más.

Y sin que me cuenta sale del baño.

No entiendo esa tensión del final. Que extraño todo, que extraño es llevarme bien con una mujer, ademas frágil como ella aparenta ser. El pasado hace eso.

Convierte a personas frágiles en personas quebradizas.

*

Pase por delante de la puerta y escuche el mecanismo abrirse mostrando la comida. Veo como Zeus se acerca rápidamente y coge toda la comida y provisiones. Solos unas botellas de agua, una 30 latas de conservas y pan.

Lo mismo que todos los meses.

Yo ando por la habitación observando todo al rededor de esta, Oliver está sentado en su cama observando a Venus. Putos enamorados.

Aún sigo bastante enfadada con esa situación. Soy bastante posesiva con lo que considero mío, soy bastante madura pero soy tu peor pesadilla si me arrebatas algo que es mío.

Oliver ya tenía mi nombre grabado en su piel, porque obviamente es el único follable de esta mierda de secuestro que se está empezando a poner interesante.

Me gusta lo difícil y prohibido como si hubiera nacido para pecar.

Hace 3 años

Siento la música vibrar por todo mi cuerpo y siento el frenesí cuando la canción va a llegar el subidón de la canción.
Estoy bailando con mi amiga Taissa, la más zorra del instituto y no me refiero porque vaya con muchos hombres, si no que sabe que hacer para que todas la odien, puede robarte a tu novio con solo una mirada. Morena, alta pero no más que yo, con un buen cuerpo.

Y está claro porque somos amigas, yo soy la otra zorra que también consigue lo que quiere. Y mayormente somos amigas por esa competitividad que tienen todas las chicas con nosotras, nosotras en vez de odiarnos y jodernos por envidia, nos la pasamos disfrutando y jodiendo a las otras.

Relleno mi vodka con limón, y cuando acaba el camarero de ponerme la copa, a cambio de eso le apunto el número de mi profesora de economia, haciendo como si fuera el mío. Taissa y yo consideramos que necesita un polvo urgente.

Y rápidamente desaparezco entre la gente, paso por delante de Diego, el chico que llamo cuando me aburro y me apetece sexo sin compromiso. Es un cabron, lo que yo llamo un "fuckboy" pero no hay ningún problema cuando unos cabrones sin sentimientos disfrutan juntos.

Pongo mis brazos en sus hombros y empiezo a moverme lentamente, el me mira con deseo. Me acerco a sus labios haciendo que se incline para besarme, pero rápidamente me echo para atrás dejándolo con las ganas, se acerca a mi oído.

—No juegues conmigo Amber.— y sin que me de cuenta me muerde el labio, de la fuerza del mordisco, hace un pequeño corte en el.

Gimo de dolor y le empujo para atrás, me giro y me dirijo a la puerta de la fiesta.

—Será gilipollas.—grito pero por la alta música nadie lo escucha.

Algo que odio es que me marquen, ya sea con chupetones en cuello o visibles marcas. Sugieren posesión, significa que soy de alguien.

Antes muerta.

A mi no me van a marcar como si fuera un perro con un collar.
Salgo a la salida y saco el cigarrillo que me dio al entrar Taissa. Vamos juntas de fiesta pero nos dispersamos las dos en busca de carne fresca. Pero ahora estaba sola y cabreada por el subnormal de Diego.

Exhalo el humo y lo siento en mis pulmones, y notando el frío en mi piel, y como siempre me acuerdo de que no he cogido ninguna chaqueta. En ese mismo momento noto una mirada desde la otra parte de la carretera.

Un chico rubio más gris ceniza que rubio, con varios piercings por sus orejas, aguantando un cigarro en su mano izquierda. Físicamente el más atractivo que había visto hoy.
Me su miraba parecía querer decir "soy peligroso" y yo tenía un problema con esos chicos, eran muy atractivos para mi.