26

457 50 0
                                    

PARECE QUE FUE EMPECÉ ESTA HISTORIA, Y YA VAN 26 CAPÍTULOS :")

____-_-___________-_-__________

Hay conmoción en el cielo: suenan incesantes, fuertes y devastadores truenos en la tierra, incontables volcanes erupcionando, terremotos de gran magnitud, huracanes que arrasan todo a su paso, maremotos interminables, la desgracia y muerte azotan al mundo para reducirlo a ruinas; y yo no puedo hacer más que mirar por un holograma que brilla en medio de una mesa de un resplandeciente cristal azul claro.

Mi mente se encuentra trabajando a mil por segundo; no hay tiempo que perder, no hay tiempo para lamentarme o sentirme confundida por mi madre, no hay tiempo para nada.

—¿Qué más podemos hacer? —pregunto con voz alta y segura, no doy pista de lo agotada que mi mente está, o de que no sé qué hacer—, estoy abierta a sugerencias, y necesito una explicación de lo que se está desarrollando allá abajo.

Silencio.

Todos los ángeles que están en la misma habitación que yo sólo me miran esperando una mágica solución, una que sinceramente no creo que exista porque mis opciones son muy limitadas, no puedo salir del cielo y por lo tanto no puedo hacer mucho desde aquí, menos sin saber qué ocurre.

Mi mirada viaja por los múltiples rostros, incitando a que hablen, pero un movimiento abrupto en la puerta nos hace mirar a todos en aquella dirección para ver el causante.

—Es hora.

Mi aliento se atora, sé lo que aquello significa.

Y me aterra.

Más silencio.

Inhalando profundamente, doy un paso al frente.

—Informa a Montreal y a Kluivehr, los quiero aquí ya.

¿Estoy lista?

Mi cuerpo grita que sí, y mi mente afirma, lo estoy.

Mis músculos están tensos y mi cabello demasiado desordenado, producto de mis manos inquietas. Repaso en mi mente el plan que he estado pensando desde que abandoné el lugar que compartía con Pfia. Pensar en ella me hace estar quieta, sin pestañear siquiera, ¿Qué pasó con ella ayer?

Mi mente grita que necesito a Ariel.

La puerta es abierta y Montreal ingresa con su típico aspecto de macho que no siente nada; Kluivehr, por el contrario, es una dulce, frágil y pequeña mujer. Pero tan letal y peligrosa, que aterra.

—¿Están listos?

—¿Lo está usted?

¡Jodida mierda! ¡Mi arma!

Asiento hacia ellos, ya me ocuparé de ella.

Me explican y acordamos cómo se organizarán los guerreros, y expongo una idea:

—Podemos poner un número grande de ángeles, pero podemos hacer un ataque sorpresa con otros —Repaso en mi mente el tiempo en el que jugaba ajedrez, hacía creer a mi contrincante que lo atacaba con el alfil y la torre, cuando sólo llevaba la pieza hasta el lugar perfecto para arremeter con el caballo.—. Si atacamos desde arriba tendremos más oportunidad... —no hablo por un momento organizando la ideas.

—... por otro lado, solo yo me voy a enfrentar a él, quiero que tengamos la menor cantidad de bajas. Tengo una idea que estoy segura servirá. —continúo explicando—

Ella ríe sin razón aparente, un sonido suave y delicado que  me sorprende, pero me recompongo y expongo mi punto.

—Puedo hacer que un grupo de cincuenta ángeles tengan mi apariencia, podremos confundirlos y ganar tiempo. Pero debemos tener especial cuidado, él notará que los ángeles más poderosos no están y sospechará.

Tiempo después, y con la asistencia de cincuenta y ocho ángeles, hay réplicas exactas mías —igual de despeinadas—, y es aterrador verme tantas veces.

Los dejo un momento después para que se organicen, yo debo tener mí daga.

Invoco a Ariel, él es el único en el que puedo confiar plenamente, y su sola compañía me influye fuerza y determinación, lo arrastro conmigo hacía mi cuarto, con un blosh bloqueo la puerta y para tomar el valor que necesito para abrir el dije, lo beso.

Un efímero toque de labios.

—¿Qué haces? —susurra confuso.

Levanto los hombros y me siento el suelo mientras le doy la espalda y sonrío por su mueca de confusión, en pensamientos siento que debería decir algo como: me sentí en el cielo, pero ya estoy en él así que... en realidad, me sentí limpia, como sí purificara mi alma y absorbiera mis pecados  y pensamiento más íntimos. Perturbador.

Lentamente me deshago del aire contenido en mis pulmones y tomo el dije susurrando las palabras que Pfia dijo, no hay tiempo para perder en dudas.

Hago todo lo que ella ordenó, y el dije se cuartea.

¡¿Lo hice mal y se rompió?!

Una brillante luz dorada me ciega y luego como por arte de magia ¡ta dha! hay una especie de espada corta, más grande que las dagas, pero no lo suficiente como para estorbar, de aspecto delicado y de un azul tan suave que casi parece transparente.

Recuerdo que Pfia me enseñó a usar espadas de éste tipo y se me da realmente bien. Eran mis favoritas.

Sonrío con pesar, eso de ayer era un perturbadora versión de ella.

Por otra parte, Ariel solo guarda silencio, y pienso que eso es lo que más me gusta de su compañía.

Posteriormente le narro a él la última parte del plan que no compartí con Montreal y Kluivehr, y tras explicarle detalladamente todo, él asiente, de acuerdo con lo que propuse.

Lo tomo fuertemente de la mano, y vamos a reunirnos con los otros ángeles, que están demasiado ocupados para reparar en nuestras manos.

Estamos listos para salir.

Estamos listos para la guerra.

Listos para ganar.

Y yo estoy lista para acabar con Lucifer y vengar a todas aquellas personas que murieron sin razón, más que por una rebeldía suya. Y para redimir las muertes ocasionadas por mi descuido.

Estoy lista.

______________________

¿Tú estás listo? 7-7

¡Casi viene el fin!

El próximo será escrito con narrador omnisciente.

NO SABEN LO QUE VIENE |*risa malvada*|

Hasta el próximo (:

MISTERIOSO ENCUENTRO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora