Capítulo 5: No me olvides

127 14 7
                                    

(Hola y muchísimas gracias si llegaste hasta acá, solo quiero avisar que este es el último capítulo ❤xx)



Estoy caminando de un lado a otro, estar de regreso en la casa de la playa que solía ser de mis padres me trae agridulces recuerdos.

Nunca creí estar de regresó, solo estoy por esta semana. Mis padres amaban este lugar y sentí que era el sitio perfecto para esparcir sus cenizas, aunque también necesitaba un descanso.

Aún no he sido capaz de esparcir las cenizas de mis padres, aún no estoy listo para decirles adiós otra vez, sé que en algún momento tendré que hacerlo, sólo estoy esperando por el momento que consideré sea perfecto para hacerlo.

Me aferro a la urna que contienen lo que queda de ellos, la he estado conservando cerca de mí y la he llevado conmigo a donde quiera que voy desde la semana pasada, desde que decidí que ya era tiempo de regar sus cenizas.

Salgo de la casa y camino hacia la playa, me siento en la arena y contemplo el mar por lo que parece ser una eternidad. Me dirijo a un pequeño restaurante que esta a pocos metros de donde me encuentro.

Me siento en una mesa, pido la carta y sin ánimos en realidad, ordenó la recomendación de desayuno del día.
Mientras espero a que llegue mi comida reviso los correos pendientes que tengo y realizo un par de llamadas que había estado evadiendo los pasados días.
El mesero llega con mi desayuno y picoteo un poco de ello.

Estoy esperando por la cuenta cuando alguien toca mi hombro e inmediatamente volteo a ver.

—¿Se le ofrece algo?— pregunto.

—¿Louis? ¿Louis, eres tú?— responde ignorando mi pregunta y me incómoda el hecho de que sabe mi nombre aunque no le conozco.

Me quedó en silencio porque no se me ocurre que decir y el hombre frente a mis ojos vuelve a hablar.

—¡Cielos! ¡Claro que eres tú!— lo miro confundido.

—¿Nos conocemos?— pregunto a pesar de que me digo a mi mismo que nunca lo había visto.

—Sí, supongo que sí. Yo tenía un velero y una tarde hace muchos años mi buen amigo Harry...

Mi corazón late demasiado rápido y demasiado fuerte cuando escucho su nombre y siento que todo alrededor de mí gira.

—Harry— digo más que nada para mí, y decir su nombre en voz alta por primera vez en mucho tiempo se siente extraño, hiriente y al mismo tiempo acogedor.

—¿Lo recuerdas?

—Por supuesto, tú debes ser ¿Corey?

Asiente con la cabeza.

Me paro de mi lugar y le ofrezco la silla frente a mí.
El mesero llega con la cuenta y le pido un menú, me ofrece uno que estaba en el bolsillo de su delantal y se lo paso a Corey, al principio no acepta pero sigo insistiendo hasta que al fin lo hace.
Después de que su desayuno llega a la mesa y termina de comer, nuevamente le hablo al mesero para liquidar ambas cuentas.

Hablamos un poco de trivialidades sin importancia porque no tenemos mucho de que hablar.

—¿Cómo esta?—pregunto después de un largo incómodo silencio.

—¿Qué?— responde.

—Perdón, quise decir ¿cómo esta Harry?— contesto.

—Mmm... yo no creo que debería responder eso.

—Oh, lo siento.

—No, no, no. Quiero decir bueno él vino ya hace algunos años, bastantes para ser sinceros— hace una pausa— y esa fue la última vez que él vino a este lugar. No creí que volvería a verlo por acá.

Summer DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora