Capitulo 2: La última vez

164 20 4
                                    

Duramos un par de días más en la isla, y acompañe a Harry todas las veces que él quiso regresar al manantial.

Cada que estábamos juntos nos acercábamos un poco más. Diríamos algo estúpido y luego estallaríamos en risas y después nuestras miradas se volverían serias y haríamos un cursi ritual de darnos miradas tímidas y provocativas para sellar nuestros labios y solo separarnos porque necesitábamos llenar de aire nuestros pulmones y volveríamos a juntar nuestros labios dando castos, suaves y tiernos besos o largos,voraces y necesitados besos.

Su lengua conocía perfectamente cada rincón dentro de mi boca así como yo conocía cada cavidad dentro de la suya.

Íbamos en el velero, ya de regreso.
Harry se había comunicado con Corey durante la mañana por medio de una radio que estaba dentro de la cabina para avisarle que estaríamos de regreso por la tarde.

Harry sostenía el timón y yo estaba a su lado, disfrutando de la sensación del viento golpeado suavemente mi cara.

-¿Como aprendiste a manejarlo?- pregunté en referencia al velero.

-Mi papá me enseñó- hizo una pausa como recordando algo- en realidad el papá de Corey lo hizo.

-¿Llevas mucho tiempo conociéndolo?

-¿A quién? ¿A Corey?

-Sí.

-Desde que yo tenía siete años y él cerca de once, nuestro padres se conocieron en un partido de béisbol y se hicieron amigos, no éramos amigos al principio y él no me soportaba- voltea a verme por un segundo para después regresar su vista al mar- odiaba tener que cuidarme cuando nuestros padres comenzaron por interesarse en la náutica y nosotros los acompañábamos a navegar, pero después no recuerdo que sucedió que nos hizo unirnos. Y desde entonces el ha sido como un hermano mayor para mí.

Pasamos el resto del viaje en un cómodo silencio, escuchando las risas de los otros a distancia.

Cuando estuvimos de regreso fuimos a comer al restaurante del hotel en donde ellos se hospedaban.
Habíamos pasado un buen tiempo pero todos necesitábamos una ducha y dormir aunque fuese un poco.

Harry insistió en acompañarme hasta la casa de mis padres, pero me negué cada vez que preguntó.

Quería pasar todo el tiempo posible con él, por lo cual eso lo volvía una distracción para mi y yo realmente necesitaba tomar un baño y una siesta.

Cuando llegué a la casa el lugar estaba silencioso, me encontré con Sila en la cocina, ella estaba leyendo uno de sus libros de economía.

-Hola extraño- me saludó.

-Hola extraña- contesté y me acerqué a ella y besé su frente.

Ella sonrió sin despegar su vista de la lectura.

Sila era una chica muy reservada que raramente mostraba afecto no porque no lo sintiera sino porque no sabía en que momentos y de que manera hacerlo, pero a pesar de eso ella era una muy buena amiga y sin importar qué siempre estaba dispuesta a escuchar o ayudar a sus amigos y yo estaba agradecido de tenerla.

-¿Y los demás?- pregunté.

-Fueron a la reserva esa que habían cerrado hace un par de años- retiró un mechón de cabello de su frente- la reabrieron y ya sabes como amaban ese lugar.

-Nos vemos- le digo.

-¿Te volverás a ir?- cerró su libro y levantó su mirada.

-No, iré a tomar una ducha y a dormir un poco.

Summer DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora