Idiota.

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Ha pasado mas de media hora. Notó que la psicóloga escribe algo en su libreta "SE NIEGA A COOPERAR". Realmente es que no me niego a cooperar, con mi anterior psicólogo tenia una relación increíble, pero no estoy de humor, solo quiero salir de esta puta escuela.

-Raven, no has dicho ninguna palabra desde que llegaste.- Dice la psicóloga en un suspiro.

-No me siento de humor.- Respondo

. -Se que el primer día es el mas pesado, debimos de haber esperado a que te acoplarás, aveces Jaime es un poco exagerado, puedes retirarte. - Cuando termino su oración no lo pensé ni dos veces, salí disparada del cuarto. Corrí por los pasillos, deseando no encontrarme a Alexis, por que si lo hacia le rompería la mandíbula. Arrancó mi coche, al salir de la escuela me siento libre.

Durante dos semanas fingí estar enferma de vómito y no usé al "Dedo mágico" solo guardaba la mitad de mis alimentos y los molía. Flor nunca se dio cuenta, pero decidí dejarlo pues mi madre amenazaba con regresar de California.

Mi madre trabaja en la Firma de abogados mas importante de Estados Unidos, así que viaja constantemente, ambas tenemos un acuerdo: Ella viaja tranquila y yo me porto bien. Pero estoy segura que el contrato de Flor decía en letras pequeñas, recalcado y con mayúsculas: "VIGILA A MI HIJA".

Al llegar a las escaleras de la escuela medito un tiempo sobre mi posible huida, pero la lluvia me lo impide, odio este lugar.

Durante las dos primeras horas me la paso maldiciendo a cada uno de 1920 habitantes de este pueblo, incluida yo misma.

Cuando por fin acabo la clase de inglés, noto que el tamborileó de la lluvia es menor. Salgo como una bala del salón, las puertas de la entrada no son tan malas cuando las veo desde adentro.

Cuando mi mano derecha toca la placa metálica para empujarla, alguien se aclara notablemente la garganta a mis espaldas.

- ¿A donde vas, Raven?- La psicóloga esta parada a mis espaldas.

-A ningún lado.- Salgo en la dirección contraria, escucho sus zapatillas rechinar a mis espaldas. Entró al salón de Biología, la clase ya había empezado. La psicóloga entra detrás de mí. Nuevamente soy el centro de atención. ¡Genial! -¿Ocurre algo?- La maestra escribe a medias una palabra en la pizarra "Sex".

La psicóloga susurra unas palabras al oído de la maestra, me dirige una mirada y sale del salón.

-¿Por que no te sientas, Raven? - La maestra me da unas palmadas en la espalda. -No hay ningún lugar disponible.- Repongo rápidamente. Busco con la vista una mesa, mis ojos se cruzan con los de Alexander, son de un tono azul, tan preciosos. Debo admitir que tengo un pacto muy sensible conmigo misma.

-Yo no tengo compañera, maestra.- Alexander sonríe ampliamente desde su asiento. No puedo protestar, empuja mi silla como un caballero, aunque yo se realmente quien es. -Hola, Raven Melínoe.- Su sonrisa todavía sigue en su rostro. -Hola.- Soy lo mas cortante posible. -El otro día no pudimos terminar de conversar, ¿Enserio no te gusta vivir aquí?- Su tono me voz me vuelve loca. -No.- Ambos dejamos de hablar. La maestra explica acerca de sexo, de los factores que lo componen y todas esas cosas, la atmósfera del salón se vuelve mas tensa. Aveces siento que la pierna de Alexander roza con la mía, no se si lo hace apropósito. La maestra habló acerca de la atracción -¿Cuales son los atributos que te gustaría que tuviera tu pareja, Alexander?-

-Me gustan las chicas guapas, inteligentes, con sentido del humor y débiles.- Su pierna vuelve a rozar con la mía. -¿Débiles? ¿Por que débiles?- Toda la clase voltea a verlo. El se reclina en su asiento con los brazos por detrás de su cabeza, todo un patán. -Me gusta la idea de ser el héroe de la historia.- Sonríe ampliamente. -A mi me parece algo estúpido.- le susurré. Tomo su pose normal y me miró. -¿A que te refieres?- Hay una mezcla de curiosidad en sus ojos. -Olvídalo- Suena la campana, salgo con todos los demás de la clase.

Me vuelvo a sentar en la mesa con los gemelos. -Hola, Raven.- Los dos siguen idiotizados con los nintendo. -Hola, chicos.- contesto amargamente.

La semana transcurre tan lenta, Alexander solo se digna a saludarme y preguntarme cosas acerca del tema.

Biología es una de las materias que me toca casi toda la semana, como las visitas con la psicóloga.

Miro esos ojos azules con los que sueño constantemente.

La maestra pide atención. -Para el Lunes quiero un borrador, donde expliquen cada uno de los factores sexuales, como se los expliqué, con sus propias palabras y con ejemplos personales.- Media clase empieza a protestar, eso significa que le tendré que decirle a Alexander lo que me excita. ¡Esto es una locura!

Alexander toma su celular y lee mensaje de texto.

-Mierda...- Susurra. -¿Que ocurre?-Miro el celular.

-No estaré libre este fin de semana, ¿podemos hacer el trabajo hoy?-

Tengo que sacar buenas calificaciones. -¿Hoy? Pero ¿En donde?- Sus ojos azules son tan eléctricos. -En mi casa.- Notó el pequeño chupetón del cuello de Alexander. ¡Esta loco si cree que voy a ir a su casa!

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2014 ⏰

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