Bobita no, bebita.

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-No digas boludeces, Valentina. Ninguno de los dos va a terminar mal. -Rode los ojos riendome.

-Yo solo te aviso que si te queres poner con él por venganza, no des paso a enamorarte.-Asentí.

-Me podes responder algo?-Asintió y me apunte el cachete. -Me podes decir quien me metió la trompada?

Ella se empezó a reir y negue con la cabeza.

-No es gracioso, me duele. -Ella siguió riendo y cuando se calmo me respondió.

-Fue Valentin. Le quiso pegar a Dan y cuando se corrió, se ve que Valentin no alcanzó a frenar que te la había puesto a vos. -Dijo pasandome la crema que estaba arriba de la cama.

-Y no se dio cuenta que me dejo contando pajaritos?- Pregunté indignada.

-No porque mientras a vos te levantaban era él el que contaba pajaritos. Dan casi lo mata. Lo tuve que parar. -La mire con intriga.

-Y te fuiste con él? A Dan me refiero.

-Si, me llevo a su casa y le limpié la sangre que le salía de la nariz.

-Y... paso algo? -Pregunté moviendo las cejas.

-No, mateo estaba en pedo y lo tuvimos que llevar con nosotros.

Me reí levemente y suspiré.

-Sonó el timbre- Me dijo y frunciendo el seño porque no lo había escuchado bien, bajé con ella atrás de mi poniéndose la campera para irse.

-Quien es?- Pregunté atrás de la puerta.

-Soy yo Cande. -Abrí la puerta saludando a Valen quien se iba h lo vi parado con las manos en los bolsillos y linda cara de arrepentido.

-Que pasa? Cazzu te dejo solito, ya? -Me di vuelta dejandolo pasar.

-Solo tengo tres cosas para decirte. La primera es Perdón, porque tenes razón y te tendría que haber preguntado. La segunda es que sos re tierna celosa. Y la tercera es que ese piyama te queda pintado nena, lo único que quiero ahora es arrancarte la ropa.- Dijo sacandome una sonrisa.

-Soy muy celosa. Lo mio es mio y punto.

-Ah si?

-Si

-Mira que yo también soy celoso.

-Ah mira vos. Lastima que no soy tuya.

-Segura? Porque que yo sepa la piel es de quien la eriza -Levanté una caja cuando mi culo chocó con el escritorio de la sala. -Y a vos te pongo mas que eso.

-Ah si? Tremendo.

-Queres que lo comprobemos? -Me reí levemente pero lo tomó como respuesta.

Sus manos me levantaron de los muslos y se sentó en el sofá conmigo encima. No faltaron contar los segundos porque ya me tenía agarrada del culo y el cuello comiéndome la boca.

Llevé una de mis manos a su cabeza donde acaricie y tire de su pelo y la otra fue a su pecho. Lo acaricié levemente jugando con el borde de su camiseta.

-Dame el si y te hago todo lo que vos quieras. -Posicionó las dos manos en mi cintura, abajo de la remera que usaba de piyama y fue subiendo lentamente.

-Todavía no me convenciste- Reí metiendo las manos debajo de la camiseta de él también. 

-Ya lo hago. -Me empujó hasta chocar su pecho con el mío y metió su cabeza en mi cuello. En el momento que sus labios hicieron contacto con la piel de mi cuello, no solo me estremecí sino que un gemido salió descontrolado de mis labios.

• W H A T S A P P • (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora