Diabolik Lovers (BTS & tú)

Despertar a la Bestia

Mire a Ares, estábamos en el parque era sábado y la academia nos había dejado salir, fuimos de compras. Tenía una amistad fuerte con Ares realmente me sentía bien con él, le platicaba de todo. Pronto nos convertimos mejores amigos.

— ¿Entonces quién te gusta de aquellos chicos? —Me miro Ares y me rodeo con su brazo mi cintura.

— ¿De qué hablas? — Pregunte riendo.

— ¡Oh vamos _______! No te hagas la loca. — Dijo sonriendo. — Pero... ya me acorde que ya no les hablas ¿Por qué? — Dijo curioso.

—Por ti, tonto. — Dije agachando la cabeza.

Ares se rio y beso mi mejilla. — No tenías que hacer eso. — Dijo mirándome a los ojos.

—Estaban discutiendo y te iban a golpear. — Dije en tono serio. — Podrían arruinar tu hermosa cara y no quería eso.

— ¿Mi hermosa cara? — Dijo riendo. — _______, tengo mucha fuerza.

—Pero... tu...

El me miro. — ¿Yo que?

—Yo te note raro, te veía muy furioso y se notaban tus...

— ¿Mis qué?

—Tus venas... — Dije mirando sus brazos.

—Ves muchas películas de fantasía ¿no crees?— Dijo haciendo una mueca.

— ¡Claro estoy loca! — Dije en tono enojado.

Mire que Ares se distrajo al ver a su novia comprando una pizza ¡Oh genial ahora me voy a quedar sola! No me dejes Ares.

—Iré a comprar una pizza ¿quieres una? — Pregunto tomando mi mano.

—Claro, yo te espero. — Dije haciendo una sonrisa falsa. Ares soltó mi mano y se fue por la pizza.

— ¡Maldita rubia con buen cuerpo! Siempre que te ve Ares va tras de ti ¿algún día vas a desaparecer? — Dije enojada. — Solo porque es del equipo de porristas ya se cree importante y yo solo porque gane un concurso de baile no soy nadie.

Suspire al ver que Ares se quedó hablando y besando a su novia. — Ya lo perdí. —Dije moviendo la cabeza.

—¿______? — Dijo mi nombre un chico y lo mire.

— ¿Quién eres? — Pregunte nerviosa.

—Nadie... — Dijo mirándome fijamente y después siguió caminando.

Me quede confundida, el chico era alto de ojos verdes... se me hacía conocido, tenía un ligero parecido a un familiar mío.

—Pero ¿cómo es que sabe mi maldito nombre? — Suspire, Ares ya se había tardado demasiado. Me levante de la banca y me largue de ahí. Llegue a la academia y me fui a mi cuarto, tome una ducha y me coloque mi pijama.

Realmente el clima en la escuela se ha puesto muy frio, se sentía pesado el ambiente ya no hablaba con JungKook, ni Suga, ni Jimin... con nadie de los chicos.

De pronto escuche un grito de una chica, mi cuerpo se erizo por completo y sin pensarlo dos veces salí de mi habitación, todas las alumnas estaban afuera.

— ¡Oh Dios mío es Ximena! — Grito una compañera.

Me acerque a las escaleras y vi que aquella chica estaba tirada en el suelo, su piel estaba morada, con una mirada malévola. Estaba muerta, al parecer se había arrojado del balcón de las escaleras.

— ¡Niñas vuelvan a sus habitaciones! — Dijo un vigilante de la clase nocturna.

Caminamos hacia nuestras habitaciones mientras escuchaba como las niñas hablaban de Ximena. — Pobrecita, decían que no tenía amigas. —Dijo una chica pelirroja. — Fue novia de uno de los chicos de la clase nocturna. —Dijo otra chica.

Me metí de nuevo a mi habitación, cuando vi a una mujer con capucha negra y una máscara. Su cabello era bastante largo.

— ¿Quién eres? — Pregunte sorprendida.

—Es fácil cometer un asesinato ¿no? — Dijo riendo.

Trague saliva. — ¿T- tu mataste a aquella chica? — Dije titubeando.

—Es obvio. — Dijo quitándose la máscara que traía puesta.

—Son muy tontas las niñas de ahora. — Chasqueo los dedos y de pronto se formó un bello vestido negro largo y una capa negra. — Ah, así está mejor. —Dijo sonriendo.

— ¿Quién eres? — Pregunte otra vez.

— ¿Por qué me tienes miedo? — Dijo acercándose a mí.

—N- no. — Dije temblorosa.

—Eres hermosa. — Dijo acariciando mi mejilla. —Soy la Bruja de la Obscuridad, mi nombre es Angela. — Dijo sonriendo, alzo su mano y en ella prendió fuego y después se formó en color negro. — Mi deber es darte una hermosa y excitante misión. — Dijo mirándome a los ojos.

— ¿Qué misión? — Pregunte curiosa.

—Tú... debes despertar a la bestia. — Dijo caminando y se acostó en mi cama.

— ¿Qué haces aquí Ángela? — Dijo una voz de hombre, esa voz era de Taehyung.

— ¡Oh vaya, vaya! Miren quien está aquí. — Dijo tocando su collar. — Lamentablemente me tengo que ir. — Dijo en tono triste. — Luego nos veremos.

Angela me miro y me guiño el ojo. Y se desvaneció. — Eso... fue escalofriante. — Dije tocando mi pecho.