Star se sonrojo una vez más ¿Cómo no podría hacerlo?, solo podía imaginar cosas sucias.
Debía ser una dama casta y pura como se lo habían enseñado en la corte, simplemente no podía por una razón, Marco Díaz había llegado a la pubertad, y no simplemente a la pubertad, había cambiado completamente tras regresar de Mewni después de 2 meses, Marco había cambiado, estaba más musculoso, y se veía tan sexy.
-Estuve entrenando un poco durante las vacaciones- le dijo Marcos cuando la volvió a ver.
Star aún no se creía eso, no podía creer como en dos meses había podido cambiar tanto, bueno, ella había cambiado, pero bajo los ojos de Marco, no se había puesto a entrenar en vacaciones para ser más musculosa, era completamente injusto.
Podía simular sus ansias hacia el moreno como estuvo haciendo durante estos últimos dos meses viviendo en la misma casa, sobre todo cuando lo veía pasar en toalla y podía observar su abdomen en el cual quería recorrer sus dedos. Pero la situación que había vivido hace dos semanas... No podía creerlo...
-Marco, tienes que ver...- entro rápidamente Star hacia la habitación del mexicano, quería mostrarle un video de un perro tocando la trompeta que le parecio muy gracioso e inusual, no había tocado, pues ya era costumbre.
Lo siguiente que vio la dejo anonadada, pues Marco si estaba en el interior, pero estaba de la manera que no esperaba, Marco estaba completamente desnudo, y no solo eso, se estaba tocando en frente de ella.
Ambos se observaron un momento sin saber que decir, pues prácticamente se encontraban en shock. Rápidamente la chica se tapó los ojos y salió corriendo, cerrando fuertemente la puerta acallando él lo siento que dijo.
Si deseaba ver a Marco sin su sudadera o alguna camisa, para ver si sus músculos eran iguales a cuando lo vio a sus 14 años en la dimensión de Hekapoo, habían escuchado a sus plegarias de ver su abdomen, pero también vio algo que no pensaba que vería.
Sabía que Marco se masturbaba, no era ningún secreto que todos los hombres lo hacían, tenía 18, ya no era una leyenda urbana, sabía que los hombres no se encerraban en el baño solo para darse una ducha larga o en la habitación para meditar o hacer yoga.
-¿Cuántas veces se habría masturbado Marco desde que nos conocimos?- pensó para sus adentros, el Diaz si se encerraba a veces en el baño, o en su cuarto, y ella quería pensar que era para leer o practicar sus clases de karate solo, pero muy en el fondo sabía que su mejor amigo se masturbaba.
También sabía lo que era el sexo, aunque ella seguía siendo una virgen, ¿Quién no a su edad no sabía? Se lo habían enseñado en la clase de biología desde que tenían 15 años, esa dulce clase en la que te enteras que la abejita y la flor no existen, y que a los bebes no los traía la cigüeña. Sabía que la gente tenía sexo, los padres de Marco de seguro tenían una vida sexual saludable, habían hecho un Marco más pequeño –Marco Junior-, y los padres de ella... Le perturbaba pensar en eso.
Desde ese día, la rubia solo se podía imaginar a su mejor amigo tocando, lamiendo, besando todas las partes de su cuerpo, se sonrojo otra vez, vivían incluso en la misma casa, era fácil entrar a su habitación, desnudarse en frente de él, y... se sonrojo una vez más, ya ni las contaba, no sabía porque pero se sentía caliente.
Ella estaba excitada, y mucho.
-Star- escucho su nombre, miro hacia la puerta y se encontraba Angie Diaz observándola -¿Algo anda mal?- pregunto acercándose hacia ella –Te veo muy preocupada últimamente- dijo mientras se sentaba al lado de ella.
-No, solo quiero hacer bebes con su hijo-pensó Star, claro que no le iba a decir eso a Angie, sería muy vergonzoso.
-No, todo bien- dijo Star forzando una sonrisa, sentía tanta vergüenza de que justo antes de que ella entrara estuviera pensando en Marco de una manera sexual, tenía una mente sucia después de todo.
-Si tienes algún problema, puedes hablar conmigo-dijo mirándola a los ojos, Angie era tan linda y daba tantos buenos consejos, pero no podía decirle las cosas sucias en las que pensaba. Si necesitaba hablar con alguien, pero no sabía con quien hablar.
-Gracias Angie- dijo Star –Si tengo cualquier problema te lo diré.
Angie se levantó para salir del cuarto –Marco está afuera, quiere hablar contigo a solas- ¿A solas?- Star pensó, tal vez quería hacer realidad sus fantasías, no Marco no era así, de seguro quería hablar sobre el incidente, pero aun no quería hablar.
Tomo rápido las tijeras dimensionales y abrió un portal a donde fuera.
-Star...-escucho a Marco decir antes de entrar rápido al portal
.
Aun no se sentía psicológicamente lista para hablar con Marco, con lo que sentía en el momento, tal vez le termine saltando encima y lo terminara violando aunque no estuviera mal.
Regreso a su cuarto cuando se aseguró de que todos se encontraran dormidos, tenía que buscar una solución rápida.
Abrio su computadora y busco rápidamente algo que nunca había pensado buscar: ¿Qué hacer si quiero tener sexo con mi mejor amigo?
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¿Como matar a una virgen? (Star vs las fuerzas del mal)
FanfictionStar Butterfly estaba convencida que era una completa pervertida, debía ser la princesa casta y pura, pero ver como su amigo había cambiado la hacia pensar solo en cosas sucias que podía hacer con el.