ERICK BRIAN COLÓN
No tienes que hacer mucho para gustarle a Pimentel, él no es el problema, aquí el problema eres tú, que eres un miedoso que no quiere confesárselo.
*Pimentel es heterosexual* susurré mientras meditaba esas desgarradoras palabras. *Pimentel está saliendo con Betty, obviamente están muy claros sus gustos*
Saqué mi celular en un arranque de determinación y abrí el chat con mi mejor amigo.
Escribir...
Yo.
Ah, buenas noches, sé que llevamos mucho conociéndonos, y sin embargo tú no sabes mis verdaderos sentimientos hacía ti y eso me hace hervir la sangre, porque me gustas mucho, en verdad y creo que esto es una confesión y no sé cómo vayas a reaccionar ante esto, no sé si tú vayas a dejarme de hablar y si lo haces lo entiendo, en verdad, pero no sin antes decir que te quiero demasiado, tu eres lo último que pienso cuando me voy a dormir.
¿Enviar...?
- Hola Erick. – presionó fuerte mis costillas provocando que mi celular cayera al suelo.
- Maldita sea, Romina. – presioné mi pecho aliviado, vi como la chica recogía mi celular. – dámelo. – dije inmediatamente.
- Oh my gosh. – cubrió su boca al leer el mensaje en mi celular.
- Dámelo, metiche. – gruñí molesto.
- O sea, me indigna que no me dijeras que eras gay, pero me duele más aún que no me dijeras que te gustaba Joel Pimentel. – dijo tratando de no gritar.
- No me gusta Joel. – susurré observando la pantalla.
- Ups. – rio ella.
Mensaje Enviado
- Quizá alguien muy descuidada presionó enviar sin querer. – rio.
- No, no, no. – comencé a entrar en pánico, Romina quien se suponía era mi mejor amiga junto a Joel, me había apuñalado por la espalda, su estado de hora pasó de "ult. Vez hoy a las 16:45" a "En Línea" – maldita sea Romina. – grité asustado.
- Ay, tranquilízate, mejor que lo sepa y ver qué pasa, ¿no crees? – dijo recargándose en mi hombro tratando de ver la pantalla en mi celular, "escribiendo..."
Mis latidos fueron en aumento, maldita sea, Joel sabría que soy un marica, el acercarme a él ya había sido difícil y más ganarme su amistad y ahora, todo se iría a la mierda. Apagué mi celular pues no quería ver que contestaba.
- No seas llorón. – rio la chica. – leamos lo que te escribe. Pidió tratando de quitarme el celular, entonces, el tonó de notificación sonó. – Vamos. – brincó.
- Te odio. – dije entre dientes encendiendo el celular.
Tienes 3 mensajes de Joel Pimentel
Joel Pimentel
Wow, nunca me habían dicho algo tan bonito, bro. 🙊🙈
Seguro que es alguna clase de broma, jaja. 😂😂
Y si no lo es, creí que tú eras heterosexual y en caso de que lo olvidaras yo si lo soy. Así que dime que es una broma porque sería una puta incomodidad.
Quizá fui exagerado, quizá no, pero algo dentro de mi estaba llorando en silencio por esos mensajes, Romina me abrazó y acarició mi brazo.
- Lo siento, Erick. – susurró ella.
Yo.
Me equivoqué de chat, Pimiento. Ni te emociones, que este cubanito no está dentro de tu menú.
Joel Pimentel
Lo sabía, jajaja, bueno, en realidad creí que era una broma, igual, cuéntame, ¿Quién es la afortunada que robó el corazón del "cubanito"?
Yo.
Lo sabrás mañana, te veo en clase de Francés.
Joel Pimentel
Siempre dejándome en ascuas, mal amigo. Te veo mañana, quiero lujo de detalles de ahora que culito vas a romper, papá.
Apagué mi celular y miré a Romina que estaba atenta mirando los mensajes.
- Bien bajada esa pelota, campeón. – sonrió mientras acomodaba su cabello.
- Casi la cagas, Romina. – susurré tomando mi mochila.
- Me emocioné, lo siento, es que no puedo creer que seas gay, vas a clases de lucha de estilo libre, entrenas futbol y te he visto con chicas. – caminó de mi lado. – eres muy discreto para ser gay.
- Bueno, así soy yo, no me gusta comportarme como una perra ni caminar como si trajera algo en el culo. – reímos.
- Bueno y ¿Que pensabas al escribir ese mensaje a Joel? – preguntó pasando su brazo por mi cintura.
- Lo hago todas las noches, quizá en algún descuido el mensaje se envíe y Joel me diga que también siente lo mismo por mí. – mis mejillas se enrojecieron.
