Cogí mi móvil y comencé a llamar a toda mi lista de contactos.
-Hola, sí. ¿Sarah? Fiesta esta noche en el Almacén. Sí, la celebramos nosotros. Ya sabes, el grupo; James, Di, Arthur y yo. ¿Vendrás? ¡Genial!
Y así lo hice con todos mis contactos, o sea se, con todos la población de un radio de 20 kilómetros con edades entre los 16 hasta los 35.
Llamé a James para saber si todo estaba listo.
-J, ¿está todo ya?
-Sí, Wods. Ya está todo listo.
-Genial. Me falta llamar a una persona y voy para allá.
-Ajá.
Colgué.
Volví a mirar mi lista y encontré el nombre que me faltaba; Llow.
Mordí mi labio ligeramente ya que tan sólo el hecho de pensar él me ponía nerviosa.
Pi...Pi...Pi...¡Dios, esto se demoraba mucho!
-¿Quién?
-Hola, Llow, soy Wod.
-Hola, Wod, ¿qué pasa?
-Verás, esta noche mis amigos y yo montaremos una fiesta, ¿quieres venir?
-Claro, me encantaría.
-¡Genial! Pues, como supongo que no sabrás llegar al almacén, nos vemos en la plaza y yo de ahí ya te llevo.
-De acuerdo. Adiós.
-Adiós.
Colgué, sin poder evitar sonreír.
Sería una noche interesante.