Me miré al espejo por centésima vez. Mi cabello, rizado y pelirrojo estaba ligeramente alborotado alrededor de mi cabeza, pecas esparcidas por todo mi rostro. Mi piel, pálida. Mis ojos, verdes como la esmeralda.
Fruncí el ceño. Estaba tan delgado que era espantoso.
Mi móvil comenzó a sonar en el momento que puse un pie en la calle.
-¿Diga?
-Wod.
-Hey, Wods. Ya estoy saliendo.
-De acuerdo. Nos vemos.
Colgó.
Suspiré. Rebusqué en mi bolsillo y saqué un cigarrillo. Lo encendí y sentí como el humo me inundaba. No había ningún sentimiento mejor que el del tabaco inundándote los pulmones.
En menos de 15 minutos, estaba en el Almacén.
Pegué a la puerta y Diane me abrió, con una sonrisa.
-¡Art!
-Di-saludé.
Entré. Todo estaba ya preparado, sólo faltaba la gente.
Divisé a Wod hablando con un chico. Fruncí el ceño. ¿Quién era ese?
Caminé hacia ellos y puse mi brazo sobre ambos hombros y, cuando ella me miró, le sonreí.
-Hey, Wods-Besé cortamente su mejilla.
No pude evitar sonreír, ya que la cara del chico fue épica.
-Hola, Art-Ella me revolvió el pelo cariñosamente.
-¡Eh!-dije fingiendo estar ofendido y pasando los dedos por mi pelo.
Wod rió. Su risa era lo más hermoso que había en el mundo.
-Arthur, este es Llow y es nuevo en Moonbeam.
Miré hacia el chico rubio.
-¿Llow, eh? Pues prepárate, porque somos los chicos de los que tus padres te advirtieron-Reí sonoramente.
Él me miró, confuso.
-Wods, voy a buscar a J.
-Vale, Art.
-¡Resérvame un baile, eh!-dije mientras me alejaba.
-¡Lo prometo!-exclamó ella.****
James estaba sentado en el despacho que teníamos en el Almacén.
-James-me senté en una silla frente a él.
-¿Qué pasa, Art?
-Wods.
James rodó los ojos.
-¿Cuánto vas a tardar en decirle que estás enamorado de ella?
Noté como el rubor subía a mis mejillas.
-N-no s-sé.
Él me miró fijamente.
-¿Has conocido al nuevo amiguito de Wods? Ese Llow se te adelantará. Además, esta mañana estaba con Di y llegó Wod y le dijo que había conocido a alguien.
Tensé mi mandíbula.
-No. Eso no va a pasar.