Mi Pequeña Army ||Vkook y tú||

07

Tae al escuchar lo qué su amigo soltó, no dudo en apretar los puños para golpearle. Sin embargo, un móvil comenzó a vibrar. Era el de Jungkook. Dudó unos segundos en sí contestar o meterse en la pelea con Tae. Pero, después de unos segundos eternos, terminó por contestar la llamada.

— ¿Namjoon? -dijo en murmuro, preocupado.

Al parecer era con Rap Monster con quién hablaba. Este se veía alterado.

— Tranquilo, Nam, estoy afuera del edificio. No me perdí. -trató de decir lo más calmado Jungkook.

Colgó la llamada después de un "Enseguida estaré ahí". Nam estaba furioso al parecer. Jungkook me miró, me tomó de la mano y trató de llevarme con él. Me negué.

— Kookie, no creo apropiado entrar a un edificio ajeno... Y más siendo alguien irrelevante.

Me observó, pensando en qué tenia parte de razón. Al intentar decir algo, Tae aprovechó y me manipuló, tomándo mi brazo y arrastrandome a él.

— Te llevaré a casa,pequeña.

Me dedicó una sonrisa, su linda sonrisa cuadrada. Jungkook trató de volver a tener el control sobre mi pero Tae fue más rapido e empujó al contrario.

—Nam te busca, Kook. -comentó de manera qué Jungkook no podria negarse.

Miré la escena sin palabras, aún todo me sorprendía más que en niveles infinitos. Tragué saliva y comenzé a vestirme con lo qué Jungkook despojó de mi. Estaba avergonzada por qué Taehyung me veía de esa guisa. ¡Ah! Me puse roja como un tomate. De pronto el auto comenzó a arrancar, Tae empezó a conducir, dejando a Kookie atrás. Observandome ir, mirando a quién conducia con desquite. Verdadera furia. Volteé a contemplar a Tae. Un rostro hermoso para los ojos.

— Y dime princesa, ¿dónde te alojas?

Esa pregunta me sacó de mi ahogado pensamiento. Le respondí, y él me llevó enseguida. Se sabía bien las calles de Seoul.

— Y.. Oppa, ¿a qué se debe tanta insistencia en mí? -Me atreví a preguntar.

Él dudo unos instantes en contestar. Después, al aparcar en el estacionamiento del hotel en el qué me hospedo, se volteó a verme.

— Creo qué las palabras sobran. Hay cosas qué no se pueden explicar, gatita.

¿Gatita? ¿Qué tenia yo para qué me llamase gata?
Tae dedujó por mis ojos, el por qué de gatita.

— Te llamé gatita por qué tienes una carita y cuerpo angélicales. Lo demás en ti te da rasgos felinos.

Reí. Núnca me dijeron tal cosa.

— Tengo una gran imaginación, deberías saberlo ya, pequeña army.-me guiñó un ojo en este último apodo.

Me sonrojé sin poder evitarlo. Coloqué una mano en mi mejilla y acaricié esta misma, incómoda.

— ¿Es aquí, princesa?-asentí a la pregunta.

El bajó del auto y me ayudo a bajar de este después.

— Muchisimas gracias, Tae, me siento afortunada de haber podido pasar tiempo vuestro lado.. -logré decir, conteniendo las ganas de fangirlear.

Taehyung se vió molesto cuando mencioné "Vosotros". Carraspeó la garganta y volvió a sonreir. Que linda sonrisa búf.

— Te acompañaré hasta tu habitación para qué estés más segura.

No supe si rechazar la propuesta. Si alguna fan sansaeng me encontraba con él ahi dentro se armaria el revuelo. Pero alfinal acepté. Esto no pasa todos los días.-esbozé una sonrisa algo pervertida.

Llegamos hasta el piso dónde se ubica mi habitación. Tae fue súper gentil conmigo y me acompañó, como un guardaespaldas. Conversamos de algunas cosas. Su vida es muy linda. Luego mi vida, lo unico interesante es qué soy una mezcla de (t/p) y de Corea. Tomé las llaves y abrí. Él seguia detrás de mi. Dijo qué se despediría cuando entrase adentro. Al abrir, un olor muy intenso a alcohol salió directo. Hize una mueca de disgusto, Tae también. Al abrir totalmente, fue tal mi asombro qué abrí y cerré los ojos. Mi tía se encontraba con un chico, y precisamente estaban.... Sin ropa, y besándose como en las películas pornográficas. Me entraron mareos. El olor a whisky y luego ver a aquellos dos desnudos me revolvían el estómago. Cerré de inmediato, volteé a ver a Taehyung, y sonreí, totalmente disgustada.

— Tendré qué.. Esperar a qué paren. -musité.

Tae acarició mi cabeza, y me tomó de la mano.

— ¿Tu tía cuanto suele tardar en terminar su sesión?

Pensé. Después abrí la boca.

— Toda una noche. Voy a tener qué dormir en algún otro lado. Es muy desagradable dormir con gemidos al lado. -solté sin temor.

Una carcajada por parte de Tae salió. Con las manos entrelazadas, él me llevó a otra habitación, un piso más arriba.

— Un idol tiene reservas en todas partes. Puedes descansar aquí.

Me quedé asombrada.

— Pero, esto ya es abusar de confianza...-dije tímidamente.

Él negó e insistió en que me quedase. Acepté la oferta y me tiré directa a una de las camas. Estaba tan cansada qué me quedé dormida al instante. Me daba lastima, pues quería hablar más con él, pero el sueño ganó mis fuerzas de voluntad.

4:00 am

Comenzé a notar algo húmedo pasar por mi cuello, jadeé insconsciente. Abrí los ojos despacio, pude aspirar el aroma varonil de Tae, estaba desnudándome, quedando en ropa interior. Él estaba solo en pantalones. Sus grandes manos recorrían mis frágiles pechos. Estaba aturdida, su aroma me dejaba tonta. Además del sueño incontrolado, simplemente cerré los ojos, pensando qué era un simple sueño sucio de los míos. Noté qué mis muslos se contraían al tacto de su mano fría. Mierda, se veía muy real. De pronto sentí qué mis bragas se despedían de mi cuerpo. Actué de inmediato y me aparté con velocidad.

— ¿Tae? -exasperé.

Sacudí mi cabeza dos veces y volví a mirarle. Estaba expuesta a él. Inconscientemente me tapé entre mantas.

—¿Jungkook llegó el primero, gatita?

Dudé segundos en contestar, después negué. Él soltó un suspiro de alivio. Después me devolvió las braguitas.

— Vuelve a dormir, princesa. No pasará nada, lo prometo -susurró con su voz varonil.

No comprendia nada. Realmente qué pensaba hacer si no me hubiese despertado.

— Oppa... Tengo 15 años.. -musité.

El se encojió de hombros y me arropó entre las mantas.

—A tu Oppa no le importa eso, cielo. -dicho eso, me dió las llaves de la habitación del hotel, y salió por la puerta, no sin antes decir una última cosa. — Pero a tu Oppa le encantas y quiere qué seas suya. Descansa, gatita.

Salió. Su aroma quedó en el ambiente. Agradable, varonil, excitante.. Me hubiera gustado qué siguiese, pero suficiente con lo de Jungkook. No le dí bola más a todo lo qué me ocurrió hoy, cerré los ojos y me dormí, en ropa interior, ya que daba mucha flojera volver a vestirme.