❁ ¡No me gustan las mujeres! ❁ ^Dahmo^

¡Ja!, no.

  — ¿En serio le vas a hablar? 

Preguntó Tae con cierta preocupación, Jimin me miró con el ceño fruncido, lamió sus labios limpiando un poco de comida que estaban sobre estos, di un mordisco a mi sándwich y asentí mirando hacia el frente con los ojos entrecerrados.  

  — Síp... —  dije con la boca llena — Digo, no creo que sea tan malo, ¿cierto? 

Miré a ambos chicos con una mueca, ellos solo se alzaron de hombros, Jimin acarició el lomo de mi mano y chasqueó la lengua. 

  — No lo sé, Momori, algo me dice que esa chica esta completamente loca. 

 Volvió a hablar Tae. 

  — Vale, pero no me digas que nosotros estamos muy cuerdos. 

 — Touché.

Ahora dijo Jimin, mirándome y esbozando una pequeña sonrisa, a la cual yo respondí. 

— O sea, no... Pero, esa clase de locura no, boba. 

Jimin y yo nos miramos con el ceño fruncido para después mirar atentamente a Tae, se acercó a nosotros, relamió sus labios y con unos ojos más abiertos de lo normal habló casi en un susurro. 

— Una, psicópata. 

Dijo para después alejarse y tomar asiento de nuevo, mi amigo y yo guardamos silencio por un momento para después soltar una grande carcajada que resonó por toda la cafetería atrayendo varias miradas. Tomé lo que sobraba de mi sándwich , lo envolví en una servilleta, me levanté de la mesa, solté un suspiro y tiré aquella servilleta en el bote de basura, miré a los chicos y sonreí. 

— Aquí, el único psicópata eres tú, Tae. Y, sí, le hablaré. 

Me encogí de hombros, me di la vuelta y me dirigí a mi casillero. Saqué los cuadernillos que ya no ocuparía junto a unos cuantos libros y los metí, para después sacar los de las próximas horas, al cerrar la puerta de este, un grupo de chicas llamó mi atención, estaban riendo, al parecer una de ellas provocaba aquello pues podía verse el movimiento, fruncí mi ceño y me puse de puntillas para mirar mejor, al parecer una de ellas sintió mi mirada pues me observó por un tiempo, para después susurrarle algo a la otra chica junto a ella y me mirasen, desvié la mirada y acomode mi cabello, volví a abrir mi casillero para esconderme en este, tomé mi ipod y mis adufinos para conectarlos y poner alguna canción, al encontrar la adecuada cerré mis ojos y con esto el casillero. 

— ¿Me estás espiando?  

Aquella voz, había sido la misma que había interrumpido mi baile y ahora mi canción, era Dahyun, quién me miraba con el ceño fruncido una sonrisa burlona.

 Me sobresalte un poco y abrí mis ojos rápidamente, la miré, esbocé una ligera sonrisa, ladee mi cabeza y pestañee varias veces. 

— Uh, no, definitivamente no sé de que hablas. 

Dije quitándome un audífono de la oreja y empezar a jugar con él. 

— Oh, vamos, mi amiga, te atrapó mirándome. ¿No es así, Jihyo?  

Dijo mirando a la chica junto a ella, esta solo asintió y bajo la mirada. Negué repetidas veces, volví a poner mi audífono en mi oreja y empecé a caminar hacía mi salón, no sin antes responder ante aquella acusación. 

 — Pues, tú amiga, Jihyo... Necesita anteojos. — Sonreí dulcemente y casi un susurro, dije:  — Permiso. 

Me di la vuelta y continué mi camino. al estar a dos pasos de entrar al salón, me tomaron del brazo y me hicieron girar sobre mis dos pies, así encontrándome con el rostro de Dahyun.

  — ¿Me dirás como te llamas? 

Dijo esta alzando las cejas, mirándome con serenidad, soltó su agarre y se cruzó de brazos. 

—  Tú primero. 

Dije mordiéndome la lengua pues no quería sonreír ya que, yo ya sabía su nombre. 

— Dahyun... Jung Dahyun. Te toca. 

Tomé la misma postura que ella, guardé silencio por unos segundos, extendí mi mano y me presenté.    

— Hirai Momo. 

La chica estrechó mi mano y se acercó un poco a mi, lo cual me había puesto un poco nerviosa. 

— ¿Me darás tu número? 

Solté una risa, solté mi mano de la de Dahyun, me alejé y negué con la cabeza para después adentrarme al salón, mirarla por última vez y responderle. 

— Ja, no.  

Holi, jiji. 

Corto, ik, but siento que así se pone más cool el suspenso, lo que hace que la historia sea más cool; jaja salu2.