Te escribo desde mi tumba

Capítulo trece: Desapariciones

Al entrar al salón observo a tres policías hablando con la profesora Doncell, miro a Josh sentado en su pupitre con un brillo de preocupación en la mirada.

Todos se encuentran cuchicheando entre sí, Jason está sentado en el fondo hablando con sus amigos, luego miro a Atenea cuchicheando de la misma forma con Elana.

Luego mi mirada recae en Juno y Oliver que más que preocupados parecen estar teniendo un debate entre sí.

¿Un nuevo rumor en en el reino de los chismes o qué?

Mi mirada recae en otra persona.

Ginger Lerousse, que está ignorando todo lo que sucede a su alrededor plasmando la vista en su celular.

Tomo asiento en el pupitre detrás de Josh y dejo la mochila en el piso justo sobre mis pies.

—¿Qué sucede? —Veo cómo el castaño se gira y me planta una mirada, que, no es para nada la mirada relajada de siempre.

—Los padres de Kendall Carpenter, Jennifer Brookes y... —Traga saliva de manera dura antes de proseguir y decir las palabras que provocan que el corazón me dé un vuelco—: de Ashley las han reportado desaparecidas, ninguna llegó ayer a sus casas. Nathaniel... Ahora sí Ashley está en verdadero peligro, deberíamos dejar de hacer investigaciones por nuestra cuenta y hablarlede nuestras sospechas a los auténticos investigadores, al fin y al cabo, los señores Phillip, Hank, Héctor y mi madre son oficiales —Comenta en un tono de voz bastante bajo.

Dice la verdad, si seguimos investigando por nuestra propia cuenta no conseguiremos encontrar ni a Ashley ni a las otras dos chicas.

Y si algo le pasa a Ashley yo... No podría vivir en paz con eso.

—¿Lo haremos? —Le pregunto tras soltar un suspiro y mirar a Juno con Oliver por el rabillo del ojo.

—Tenemos que decirle a esos dos antes, la seguridad de Ashley está en peligro y nosotros tenemos información valiosa —Empieza—, si perdemos a Ashley no saldré de mi casa por meses, a penas y me acostumbro a vivir en un mundo sin Ruff Clayton y Hayley Warrior, no sé si pueda soportar vivir en uno sin Ashley Smith —Siento como si miles de murcielagos volaran por mi estómago del solo imaginar estar en el funeral de Ashley.

—Muchachos —Habló uno de los policías—, necesitamos saber quienes de ustedes vieron a las señoritas Carpenter, Brookes y Smith por última vez.

—Yo llevé a Ashley hasta la esquina de la zona donde vive y de ahí no supe más —Escucho la voz de Ginger hablar detrás de mí.

Y el rato continúa así, con otras dos personas diciendo cuando fue la última vez que vieron a las chicas.

Yo solo no puedo evitar sacar a Ashley de mi cabeza.

Dios, a Ashley, ¡A mi Ashley Smith!, ¡A mi mejor amiga, mi confidente, mi hermana, mi todo!

Eso es lo que significa Ashley para mí, es la hermana que nunca tuve.

Siento mi cuerpo tensarse y no puedo evitar apretar los puños con fuerza dentro de los bolsillos de mi chaqueta.

Estoy furioso, estoy molesto con el podrido mundo en el que vivimos.

ˍ*ˍ*ˍ*ˍ*ˍ*ˍ*ˍ

Al salir del salón miro la hora en la pantalla de mi celular para luego guardarlo.

Nueve de la mañana.