Capítulo II

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-¡Ayy no! ¡Que torpe! En serio lo lamento- el hombre tenía al cual Mer había chocado y derramado el vaso entero, él tenía el entrecejo fruncido y murmuró algo para sí al parecer muy malhumorado- Acompañeme al baño ¡Mierda!

A pesar de la negativa del hombre, Mer tiró de él, hasta donde sabía que era el baño, ya que Jack le había dicho, y sin siquiera llamar, entro.
No había nadie adentro así que tiró del hombre y cerró la puerta.

-Saquese la camisa, asi le doy una enjuagada- la vergüenza por su torpeza eclipsaba sus pensamientos.

-¿Perdón? ¿ Esa es su forma de hacer que un hombre se desnude delante de usted?- el entrecejo del hombre ya no estaba tenso, y ahora parecía más bien disfrutar de la situación.

-Oh ¡Por favor! ¿Acaso queres tener esa fea mancha ahí toda la noche?- el hombre se lo pensó, pero luego de unos segundos se desabrocho la camisa y se la dio, dejando al aire su pecho.

Mientras lo lavaba, Mer miró por el rabillo del ojo al hombre, que estaba enfocado en mirar su celular. No debía tener más de 35 años, estaba bronceado y tenía el pelo marrón oscuro, sin embargo unos grandes ojos azules le daban un aire más llamativo. Tenía un par de canas en el pelo, pero casi ni se veían. Para su mala suerte, siempre le habian atraido las personas mas grandes, sin embargo en ese momento no pensaba en ello, su mente solo estaba enfocada en la mancha que parecía no querer desaparecer.

- Y…¿ Quien es?- solto Mer tras un rato de silencio.

-¿Perdón?

-¿Quién es usted? ¿Como se llama?- al parecer lo tomó desprevenido porque se quedó en silencio antes de contestar.

-Mis amigos me dicen Mike , ¿Y usted?

- Mer, soy amiga de Emi de la facultad- ¿Debería haber aclarado que era seis años más joven que su amiga? Se le pasó por la cabeza, pero por un momento quiso sentirse mayor.

-Yo la conozco del trabajo- no aclaró nada más, y Mer ni siquiera sabía en que estaba trabajando su antigua compañera de banco...-¡Que curioso! Estoy seguro de que la he visto antes, en algún lugar.

-No lo creo, su cara no es una cara que me olvidaría- al decir eso otra vez se sonrojo- Quiero decir que soy buena con las caras y estoy segura de que no lo había visto por aquí antes… ¡La concha de la lora esto no sale!… perdon.

-¿No es de por aquí no?- tenía una estúpida sonrisa en la cara, le divertía ver a la chica luchando contra la mancha.

-Me gustaría decir que si, porque tengo la ciudadania y ya llevo varios años acá, pero no, soy de Argentina- un brillo cubrió sus ojos cuando dijo su lugar de origen

-¿Argentina?- chasqueo la lengua- Está en el sur ¿cierto? Estuve allí hace unos años, bastante, un lugar muy bonito, ¿De qué parte es?

-Córdoba, en el centro, el lugar más bello del mundo ¿usted en que parte estuvo?

-Por el norte, fui a hacer un viaje de negocios, pero me quede unos días más para recorrer- se quedó pensando un momento y soltó una pequeña risilla- Ahora que lo dices, tiene sentido, me habían dicho que los cordobeses era muy divertidos y Que dicen muchas malas palabras.

-¡Oh! No se deje engañar, es cierto que nos cagamos puteando pero ¿Que somos divertidos? No lo se, somos gente normal a mi parecer, ademas yo no soy la que está riendo sin camisa sentada arriba de un inodoro- Mike rió otra vez y Mer se le unió.

Luego de un rato, la mancha salió y Mer la seco con el secador de pelo, que además de secarla, hacía que quedara planchada

-Como nueva- sonrió entregándose.

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