POV; Shiota Nagisa.
Mamá entró a mi habitación apartando de su caminó la cortina que dividía mi habitación del resto de mi hogar, se le veía entusiasmada, aunque, si era un poco más sincero, también se notaba con un cierto ambiente de preocupación.
Retiró las viejas sábanas que a penas lograban protegerme del frío. Me removí incómodo ante tal acto de su parte, a penas la luz era perceptible debido a que el alba del amanecer recién comenzaba a hacerse presente, cruzando por los ventanales que más bien, eran hoyos en la pared con una base de vidrio medianamente roto.
Finalmente, me obligó a levantarme con unas cuántas palabras de aliento.
—Nagisa, hoy es el día en el que partirás, ¿No es así?— Me costó un poco asimilar sus palabras, pues mis ojos aún se hallaban semi-cerrados tratando de buscar el cómodo caminó directo al sueño.
Era cierto, hoy sería el día en el que partiría hacía el reino de Apted debido a los mandaros de mi madre.
Lo necesitábamos, después de todo...
—Sí.— Con mi cuerpo acaparando la corriente de aire frío, abracé mi estómago buscando el calor que me hacía falta. —. Pero aún tengo tiempo, las carrozas saldrán a las diez en punto.
La parte del pueblo donde vivíamos era muy pobre, la escasez de alimentos aumentaba cada día al igual que los trabajamos bien remunerados.
Diariamente, los vecinos con los cuales habíamos convivido desde hace ya, varios años, salían del reino de Klero hacía el país vecino por una mejor vida desde hace ya algunas semanas.
Y hoy, era mi turno de partir.
Rebosando los dieciocho años, faltaba un mes para que los cumpliera, aún así, mi madre había acordado mandarme lo antes posible hacía el reino de Apted para ampliar mis posibilidades.
La cuota para entrar al país vecino era demasiado alta, debido a ello, mi madre había decidido solamente enviarme a mí para buscar un amplió y cómodo modo de vida.
Era demasiado gentil.
Y por ello, me había obligado a no decepcionarla.
—Aún así Nagisa, debes de levantarte temprano para que comas bien antes de irte.— Aclarando sus palabras, salió de mi habitación mientras llevaba las sábanas viejas a lavar, no sin antes depositar un tierno beso en mi frente.
Me había prometido darle un nuevo modo de vida a mi madre una vez que consiguiera un buen empleo, una paga considerable y un cómodo modo de vida.
Ella se había esforzado demasiado aún después de que mi padre nos abandonó, en realidad, no sabía nada de él, más sin embargo, no era algo que me hiciera falta. Mi madre había sabido darme aquel amor que tanto necesitaba.
Ella sola.
Por lo que yo le daría aquella vida de la cual, nunca pudo disfrutar. Una de lujos y comida diferente todos los días.
Me había prometido esforzarme solo para volver con ella una vez que estuviera seguro de la vida que llevaría.
[…]
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Mi amado rey.© [Ansatsu Kyoushitsu]. EDITADA
FanfictionEn la edad medía, donde las guerras y actos de paz daban la armonía de una sociedad equilibrada, donde dos jóvenes se prometieron un amor eterno invaluable, donde sus lastimeros corazones profanaron el placer del pecado, donde ambos embargaron una a...