Mi amado rey.© [Ansatsu Kyoushitsu]. EDITADA

Capítulo 05; "Ideal"

POV; Nakamura Rio.

          Cuando desperté a la mañana siguiente, me encontré con la sorpresa de que mi bajo vientre dolía.

“Ah... Maldición...”

Tratando de ser cuidadosa, me levanté del montón de paja que usamos como cama para pasar la noche.

Justo ahora agradecía que el día anterior nos dispusiéramos a acomodar la paja de tal forma que Okuda y yo durmieramos juntas. Nagisa e Isogai se presentaron conmigo aquella misma noche, fueron muy amables. Ellos durmieron juntos en la otra esquina del establo que teníamos disponible.

—Ey, Okuda...— Traté de despertarla con un pequeño susurro, más sin embargo, no obtuve respuesta de su parte.

“No quiero salir yo sola.”

Removí un poco su cuerpo hasta hacer que finalmente se removiera en señal de disgusto.
Una vez abrió uno de sus ojos, sonreí de tal forma que ella lo notó.

—¿Qué pasa?— Preguntó tras despejarse.

—Necesitó tu ayuda... No quiero salir sola, además, creó que ya me toca lo de este mes...— Desvíe mi mirada avergonzada.

Ella, al entender, se sentó inmediatamente y me miró.

—Lo había olvidado... ¿Qué haremos? No podemos decirle a los chicos...— Ella se notaba asustada debido a ese inconveniente que tardé o temprano también tendría.

—Por eso estoy pidiendo tu ayuda, vayamos y pidamos a los guardias algunos repuestos. No creó que incluso eso nos prohíban.

—Tienes razón... Pero, ¿No crees que sería vergonzoso?

—Hay que arriesgarnos.

Ambas nos miramos con decisión, luego nos preparamos para salir.

Ciertamente era algo difícil y vergonzoso de decir pero, era más conveniente decirlo a viva voz a los guardias, a recibir las burlas de personas sin escrúpulos.

Una vez salimos, vimos a los guardias. Quienes yacían fuera de cada establo haciendo vigilancia.

“Vaya desconfianza nos tienen.”

—¡Ustedes! ¿Qué es lo que hacen a fuera?— Tras aquel llamado de atención al dar unos cuantos pasos, dimos vuelta luego de escuchar la voz de uno de los guardias.

—Sentimos mucho todo esto.— Okuda de disculpó de forma amable. —. Pero ambas hemos tenido... Algunos inconvenientes... No sé si sepa a lo que nos referimos...

El guardia pareció entender al instante luego de ver que Okuda señaló su estómago e inmediatamente nos extendió unas llaves.

—No quiero saber sobre eso. Sólo vayan y saquen los repuestos del almacén.

Señaló a nuestras espaldas un singular y único cuarto que se hallaba en mejores condiciones, incluso mejores que la de los establos.

—Muchas gracias.— Ambas agradecimos antes de dar medía vuelta.

[…]

POV; Horibe Itona.

          No había pasado bastante tiempo fuera, pero todo el reino de Apted había hecho grandes cambios.

“Karma nunca me mencionó esto.”

Cuando pase por la gran puerta hacía el reino, varios establos que parecían ser recién construidos pasaron por mis ojos.

“Ni siquiera parecen ser hechos con dedicación. Se caerán en cualquier momento.”

Aparte mi vista de la ventana del carruaje en el que iba, volteé hacía mi acompañante de viaje.

—Koro, ¿Karma nunca te platicó sobre los cambios que se hicieron en el reino?

—¿Por qué lo dices?

Como si fuera lo más obvió, señalé la ventana. Donde aún se podía vislumbrar con facilidad los tantos establos.

—Oh... Así que es eso...— Él alargó un suspiró tras caer en cuenta de lo que hablaba. —. El padre de Karma está dispuesto a retener a los pueblerinos del Klero como esclavos.

—¿Por qué haría algo así?

—Tú lo conoces, le encanta jugar con las almas débiles. Además, sus ideales. Aquellos con los que carga son en extremo, atemorizantes.

“Supongo que eso explica muchas cosas.”

[…]

POV; Akabane Karma.

          Hiroto entró a mi habitación de un portazo, despertándome al instante.

—¿Qué mierda quieres ahora?— Comenté soñoliento tras verlo sentarse a una orilla de mi cama después de apartar de su caminó todas las maletas que el día anterior se habían dejado en mi habitación.

Todas estaban amontonadas, ocupaban más de la de mi habitación e incluso, varias estaban semiabiertas sin siquiera quererlo.

—Itona llega hoy, y tú, ¿Sigues dormido a pesar de saberlo? Tu padre te matará si es que no lo recibes de buena manera.

—No es como si me interesará, además, ¿Estás seguro de que hoy llega? Creí que sería la otra semana.

—No quieras joderme, si no te levantas ahora yo correré el riesgo a ser despedido por no hacer bien mi trabajo.— Hiroto suspiró molestó, quitó las sábanas que aún yacían cubriéndome de mala manera y las arrojó al suelo. —. De pie, ahora.

Itona era un primo lejano, las veces en que lo veía eran escasas.
Sin embargo, papá me dijo hace algunos días que él vendría, no sólo de visita, sino que se quedaría unos cuantos meses con nosotros.

Pero él no llegará sólo, su padre vendría acompañando a Itona.
Él y mi padre nunca se habían llevado del todo bien.
Sin embargo, no rebuscaba tanto en el por qué... Prefería mantenerme al margen.

[…]