Capítulo único

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Esto no debería estar pasando. Esto no debería estarme pasando. Quiero decir, es mi compañero de cuarto y mi mejor amigo, pero por sobre todo, ES UN CHICO. Yo tengo novia, hace dos semanas que Nana me pidió salir con ella y acepté. Si, ella me lo pidió. Siempre me ha parecida linda y dulce, así que, ¿Por qué no salir con ella? Pensé que si estaba con Nana dejaría de pensar tanto en mi compañero, pero el hecho de ser a él a quien veo primero al despertar y el último al ir a dormir no me facilita el trabajo. ¿Qué pasa conmigo?

No paro de pensar en él, llegando al punto que me irrita solo verlo, quisiera decirle que se ponga una bolsa de papel en la cabeza para ya no ver más su tonta cara, y que no me vuelva a hablar para no escuchar su irritante voz. Pero, ¿a quién quiero engañar? Me alegra las mañanas ver su linda carita y me obligo a contener los suspiros que quieren salir de mi boca cuando lo escucho hablarme con su suave y melodiosa voz.

Estoy acabado.

Abro mis ojos con fastidio al sentir el sol llegarme directamente y me cubro la cabeza con la sábana. Escucho una pequeña risa y la sábana se levanta un poco para dejar ver a mi rubio compañero sonriéndome.

"Ya es hora de levantarse, Ness."

"Si, si, ya voy." Respondo algo frustrado.

Quito completamente las sábanas y me levanto directo al baño sin siquiera mirarlo.

¿Cómo se supone que no piense en él si siempre hace cosas así de tiernas?

Comienzo el día irritado, como desde hace dos semanas, cuando comencé a salir con Nana. Por lo inocente que es Lucas, sé que no tiene idea que mi mal humor es por su culpa, aunque técnicamente no es su culpa... Es decir, él no ha hecho nada distinto de lo normal y se comporta como siempre conmigo, así que... ¿por qué estos pensamientos?

Apenas salgo de la habitación escucho un grito, bastante femenino, diciendo mi nombre y en cuanto volteo mi reciente novia se abalanza sobre mí, abrazándome por el cuello, me besa alegre en la mejilla y toma mi mano guiándome al comedor. Aún no nos hemos besado en los labios y sinceramente, no sé si quiero hacerlo, pero estoy seguro de que ella sí.

Llegamos al comedor y ya estoy un poco más relajado, pero me tenso enseguida de ver a Lucas hablar animadamente con Red, quien lo hace reír y sonrojarse a cada momento. ¿Quién se cree ese entrenador que es? Aprieto un poco la mano de Nana y ella me mira curiosa. En cuanto pronuncia mi nombre Lucas gira levemente a mirarme y su expresión ya no es alegre como hace unos momentos. Más le vale a ese idiota de Red no hacerle nada a mí... amigo.

Desayuno, entrenamiento, almuerzo, pasear con Nana, peleas, videojuegos con Popo y Toon Link, observar a Lucas solo y melancólico en el campo de girasoles, desear poder ir con él, pero siempre esta Nana de por medio, es como si supiera que el rubio no quiere salir de mi cabeza y es en todo lo que puedo pensar. A eso se han reducido mis días, a una aburrida y estresante rutina. Y estallo luego de una semana de aguantar como Red coquetea con mi Lucas.

Suelto la mano de Nana y corro hasta donde el entrenador acaricia la mejilla de un ruborizado e incómodo Lucas, para lanzarle un golpe directo en el rostro haciéndolo perder el equilibrio y caer hacia atrás. Creo que no medí mi fuerza. Su nariz sangra y estoy seguro que le quedará el ojo todo morado mañana. Tres semanas de noviazgo tiradas a la basura por un arrebato, seguramente me costará caro. Lucas grita su nombre y lo ayuda a levantarse, me mira interrogante y con algo de reproche, yo sólo empuño mis manos realmente enfadado y lo agarro del antebrazo con más fuerza de la necesaria pero la ira me consume y ya no puedo resistirlo más. Lo obligo a seguirme hasta nuestra habitación donde cierro con un fuerte portazo y me quedo mirando la puerta, dándole la espalda.

Dejarte (Ness x Lucas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora