Steve Rogers descubre el fanfiction {Avengers}

1.

Hay un claro gesto de sorpresa en sus ojos cuando la noticia llega hasta sus oídos. Le toma segundos procesar la información, y pasan minutos enteros antes de que consiga formular una respuesta más o menos coherente luego de ello.

—¿Perdón? —exclamó el rubio, confundido, causando que el hombre delante suyo bufara con claro fastidio en el rostro.

Oh sí, ese era Steve. Nuestro estimado protagonista. ¿Es necesaria una introducción? Lo dudo seriamente. Si entraste a esta historia, no necesitas oír sobre su increíble físico, o lo tremendamente encantador que puede ser cuando pone esa cara de bobo al no comprender algo...

—Lo que oíste, Rogers... —responde el castaño, irritado.

Creo que, para este momento, ya todos tenemos una idea de quienes están conversando, pero, si insistes en saberlo...

—No creo estar comprendiéndolo, Tony—es lo que dice Steve, todavía algo extrañado

¿Quién no lo estaría en su posición?

Su ex, quien dejó hace dos años por su "mejor amigo" —aunque hermano era un término más adecuado, pero Steve "tuve-un-crush-con-él" cree que es demasiado retorcido de este modo como para nombrarlo así— acaba de llegar a su guarida solo para informarle que durante este tiempo se ha ocupado de limpiar su nombre, y el del resto del equipo, para que puedan volver a casa.

Y sí, casa, esa fue la palabra exacta que usó.

—Pueden regresar a la torre.

Bueno, de acuerdo, él siempre ha escuchado lo que quiere. ¿Cómo inició la Civil War si no?

—Pero... Buck... Él...

Tony pareciera estar cada vez más cansado de tener que conversar con el otro. No por el hecho de hablar, sino porque todavía hay algo en la presencia del otro que le hace rabiar por dentro... Y externarlo.

—Hablé con Rhodes al respecto... —dice, mientras da una mirada a su alrededor, es su manera de quitarle algo de peso a lo que está expresando en ese momento— La academia necesita tanta ayuda como sea posible... Y un soldado como él, con lavado de cerebro o no, tiene las mejores habilidades que ha visto.

—No creo que él quiera...

—No le pedimos que regrese a ser un agente activo, si es lo que te preocupa. Solo... Podría vivir allí... Adaptarse al nuevo mundo, como tú lo hiciste en su momento... Integrarse poco a poco. Quizá podría ser un gran maestro para los nuevos. Creo que alguien podría aprender una cosa o dos de un hombre así de preparado.

Como es evidente, Steve solo puede sentirse minimizado en ese momento. ¿Cómo iba a saber él que Tony pensaba justamente en su protegido en ese instante? Oh, si tan solo pudiera encontrar una manera de continuar evitando malos entendidos...

—Soy tan capaz como él —dice, ofendido.

Tony, quien había concentrado su atención en los papeles sobre una de las mesas, diseños vagos de mejoras para cierto artilugio que no terminaba de comprender, se giró para mirarle con una mezcla de sorpresa y burla. Le dedicó esa sonrisa que Steve había odiado tanto en tiempos pasados, y que ahora mismo sabía, había extrañado más que cualquier otra cosa.

—No estaba hablando de ti—es la única respuesta de Tony, quien se nota genuinamente divertido por el camino que ha tomado la conversación.

Hay algo de tristeza en su pecho, por supuesto. Ni siquiera dos años fueron suficientes para sanar la herida que Rogers dejó en él. Pero si fue suficiente como para hacerlo replantearse sus prioridades.