Steve Rogers descubre el fanfiction {Avengers}

5.

Estar jodido.

Sumamente jodido.

O como su adorado ex diría. "El estado permanente e inesperado en que siempre encontrarás al Capitán, sin importar la situación. Oh, Stevie, Stevie. ¿Cuándo mejorará tu vida? ¿En algún momento lejano? ¿En algún momento próximo?" Con esas justas palabras (solo en su imaginación). Y, respondiendo a la última pregunta, Cap. No, no en esta historia. O quizá vaya mejorando, eventualmente. La verdad es que tu destino no está escrito aun. No aquí, al menos. Así que todavía puedo cambiar de opinión. Pero eso es un poco falso, siendo que todos sabemos a dónde vamos, ¿no?

Aludiendo a los productores de "Esto no es una película", he aquí el recordatorio de que "Esto no es un Stony"

Pero volviendo a la historia principal. Se preguntaran, ¿qué pudo pasar? ¿cómo pudo Steve arruinar las cosas esta vez? ¿tiene que ver con su ex? ¿con su ex que no es ex? ¿A quién me refiero allí? ¿Es Buck? Obvio sí, pero, sigamos~ ¿Fue algo demasiado grave? ¿O fue algo solamente tonto? Y para todas las dudas la respuesta es... De acuerdo, no todas las dudas, pero para fines prácticos. Sí. ¿No tiene sentido todavía? Pues no. Pero todo es sí.

Pretendamos que este capítulo experimental tiene algo de sentido, ¿de acuerdo?

En días pasados, como hemos venido observando, Steve Rogers junto a su estimado mejor amigo se mudaron de manera aparentemente temporal a la Torre de los Vengadores. Sonaba como un plan excelente, y en realidad era una buena idea... Era cómodo, práctico, e irónicamente barato. Era una genialidad por donde se le viere~ Siempre que el rubio no se encontrara directamente con el dueño de la edificación.

Hasta ahí llegaban todas las glorias.

Y Steve no era tonto, por supuesto.

El Capitán lo entendía. Por supuesto que sí.

No había pasado suficiente tiempo como para que todo volviera a "la normalidad". Tony seguía dolido, lo odiaba un poquito un día y en otros era evidente que era más que eso. Por mañanas le dedicaba miradas, y por noches ni siquiera se molestaba en verlo. Por esta situación terminaba pensando que quizá fuera cierto eso de que 5 años eran lo mínimo que exigía para reponerse del golpe a su confianza, aunque, conociéndolo como lo hacía, para Rogers era demasiado poco tiempo. —Oh. Hola, End Game, te hablo a ti—

La realidad era que habían un montón de explicaciones más que Rogers no quería tomar demasiado en cuenta. Por razones tan lógicas como absurdas. Como el hecho de que admitir que el desinterés de Stark significaba aceptar que las probabilidades de retomar su romance eran igual o menores que cero (lo cual ni siquiera era posible, en realidad, pero era igualmente un hecho) Por esto Steve se negaba a verlo de una manera distinta a la que el ego le suplicaba que observase.

Él era un buen hombre. Y merecía algo de respeto por parte del otro.

Si no fuera como ex, por lo menos por ser mayor, ¿no?

No que su ex huyera tan evidentemente cada vez que él entraba en la habitación. Pero, en vista de que parecía, literalmente, salir despavorido en cada oportunidad, él comenzaba a estar seguro de que estaba escapando. Negándole la sana oportunidad de insistir en lo que dejaron antes. ¿Qué estaba haciendo mal?

—Sinceramente deberías dejarlo en paz—le dice entonces Buck, viéndolo enfurruñarse una vez más ante la "nada discreta" salida del otro.

No que fuese realmente huida, en opinión de Barnes. Stark no estaba hecho para el gimnasio. Punto. Pero hacerle entender a Steve que su presencia poco o nada se relacionaba con el castaño en esa habitación era una batalla perdida, indudablemente. La realidad era que Bucky apostó a que el menor no entraría allí ni pagándole con alimentos chatarra —que sabía en este punto, adoraba— y casi habría ganado sino fuera porque el orgullo de Stark era más grande. El hecho de que la salida de Iron Man coincidiera con la llegada del Capitán era pura suerte, nada más.