Life moments | Bungou Stray Dogs | [Soukoku week]

4. Snow White

— ¡¿En que estabas pensando?!— gritó jalándolo de la camisa.

—En que todo saliera como se había planeado— contestó Dazai de manera seria, no entendiendo porque el pelirrojo se ponía de aquella manera.

— ¿Planeado? pero si el único que siempre sabe cómo va el plan eres tú, quien siempre los estas moviendo y no te importa nada más, ni a quien metes— en serio se encontraba molesto, sentía como el calor había subido a sus mejillas y al resto de su cuerpo.

¿Por qué nunca pensaba en él?

— ¿Qué tal si no hubiera llegado como tu plan lo marcaba?

—Claro que llegarías, sería imposible que no lo hicieras.

—No siempre vas a tener el control de todo tus planes, Dazai... te pudiste haber muerto ¿Acaso eso no te importa?— le miró a los ojos soltando su agarre.

No recibió respuesta.

Chûya soltó un suspiro, no era de alivio ni de cansancio, era un suspiro de tristeza, los planes del castaño iban directamente a los resultados, y cuando se busca resultados uno no se puede poner sentimental.

¿Tan difícil era pedir que le comprendiera un poco?, no creía que fuera difícil entender que cada vez que este se encontraba al borde la muerte el corazón se le estrujaba. Y por supuesto no le daría aquel discurso de las películas románticas de que no podría vivir sin él.

Porque vivir sin él podía, tanto que lo había hecho cuatro o cinco años, el asunto era que no quería, en aquel punto, y aunque algunas veces lo quisiera mandar al diablo, no quería estar sin él.

Solo tener aquellos pensamientos le molestaba.

Dazai coloco sus manos en las mejillas del más bajo. —Oye no pongas esa cara, no siempre tengo el control y lo sé, pero siempre llegas.

—Si tratas de consolarme no lo estas logrando...

—No lo estaba tratando pero... el príncipe de Blanca Nieves llego hasta después de que mordió la manzana envenenada.

Chûya dio una pequeña risa. —Vaya ejemplo el que has elegido ¿No crees?