Life moments | Bungou Stray Dogs | [Soukoku week]

1. Fifteen

Próxima estación Shin-Yokohama.

El metro en ocasiones era un transporte un tanto lento para su gusto, y en aquel momento lo sentía más que nunca.

—Ya no falta tanto— hablo el castaño haciendo que el silencio entre ellos se acabara.

Vagón que para Chûya se encontraba bastante vació, solo estaban ellos dos juntos además de la joven pareja que estaba prácticamente hasta el otro lado, los cuales solo llegaban a soltar unas pequeñas risas de vez en cuando o alzar la voz.

También era cierto que nadie que tuviera escuela o trabajo estaría en el metro a altas horas de la noche pero para Dazai y él era natural estar en la calle a esas horas, aunque a veces estar tan tarde con su recientemente compañero era una molestia.

—Ya habríamos llegado sino hubieras sido un puto loco la última vez que nos prestaron un carro de la mafia— agregó volteando a verle con molestia, se había sentado con un asiento de espacio entre ellos pues cada noche que viajaban de aquella manera Dazai le usaba de almohada sin siquiera pedir permiso.

Era una persona difícil de tratar, y más cuando lo trataba como un perro.

— ¿Sigues molesto porque casi nos matamos a nuestra "corta edad"?

—Ese no es el punto ahora, y no podría seguir enojado por eso... ya paso una semana— hizo una pausa meditando la respuesta que había dado. Si lo estaba pero no por ese hecho pues ya se había acostumbrado a los planes suicidas, le molestaba que le habían castigado también. —Y no creo que te interese si estoy o no enojado.

—Vaya que eres rencoroso, enano— dijo Dazai moviéndose al asiento libre que había entre ellos, mientras tomaba una de sus manos y comenzaba a jugar con ella, esto provoco que el pelirrojo sintiera una corriente recorrerla la espalda, poniéndole nervioso.

—Creo que bajamos en la próxima— anuncio poniéndose de pie de manera nerviosa, haciendo que Dazai soltara su mano. Deseaba que no se escuchara en su voz el estado en que la acción del contrario lo había dejado. Maldecía que supiera como ponerlo en ese estado.

—No, no bajamos aquí— dijo Dazai tomándole de la muñeca y jalándole de tal manera que termino sentado en las piernas de este.

Chûya quería pegarle de tal manera que el dolor le durará días pero sentirlo tan cerca, tal acercamiento le era demasiado para su poco auto-control, y definitivamente lo poco que tenía la mando al diablo cuando Dazai comenzó a tocar su entrepierna.

En aquel momento agradeció que la joven pareja hubiera bajado en aquella parada.

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N/A: Hola, con este Drabbles doy por iniciada la soukoku week, espero que les haya gustado ☺