El timbre sonó y Bakugou se levantó justo en el momento más oportuno. Inko se quedaba viendo la escena completamente confundida mientras Mitsuki suspiraba con pesadez y alivio a la vez.No quería ver tan rápido la fría y monótona expresión del peliverde al ser rechazado.
Ella conoce a su hijo, y sabe que es capaz de decir las cosas más crueles y duras al pronunciar la verdad. Y eso era lo que menos quería ver, la depresión la bombardearía y comenzaría a sentirse mal al ver tanta similitud en los sentimientos del peliverde hacia el rubio.
—Ah, vieja bruja,— se dirigió a su madre con total descortesía — me iré con el estúpido de Kirishima— llamó la atención de todos con su voz y con cansancio en la mirada.
—M-Mucho gusto Madre de Midoriya... Y madre de Bakugou, mi nombre es Kirishima Eijirou, gusto en conocerlas — entró con nerviosismo detrás del rubio y sonrió de la misma manera— y... Hola, Midoriya— sonrió aún nervioso— Hoy... Voy a salir con Bakugou a un lado, no se si nos dejen ir— y recibió un golpe en el estómago con el codo.
El rostro del rubio seguía con una expresión neutral mientras miraba a todos los de la mesa, en especial las acciones del pecoso, el cuál como aún no procesaba la información, se había quedado tieso como un muñeco.
Sin expresión alguna en rostro y con mirada ahora completamente vacía. Una reacción de el que nunca había visto, sin embargo, no se preocupó.
"Que idiota" fue lo que terminó por decir en su mente.
— Tal vez no llegue a casa hoy— habló con total naturalidad, Izuku bajó la mirada comprendiendo lo que acababa de suceder y seguido de eso, sus lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos, el rubio miró la escena frente a el por un momento y terminó por irse con la misma expresión en rostro, indiferencia.
Todos se quedaron atónitos, aún no sabían qué estaba pasando, ¿Bakugou se iba para dejarlos ahí?.
*~*
Después de salir de la casa de los peliverdes gracias a su amigo cabello de mierda, se fue a su casa para quitarse ese molesto traje e irse con el a dar un vuelta en aquella noche.
Fueron al centro de la ciudad.
Donde las campanas sonaban al acercarse navidad y comenzar con las fastidiosas festividades de cada año. Cuando comenzarían a vender cada dos metros los mismos productos o tan siquiera, parecidos.
—Perdón por interrumpirte en medio de una cena, Bakugou— se disculpó el pelirrojo con vergüenza,— aún no estoy seguro si ir fue lo correcto... O lo hice en el buen momento o en el malo— se le hacía falta de respeto ir a robarles a un integrante importante en la casa de un amigo, en cambio debía hacerlo si no quería irle mal más adelante al no cumplir con lo que el rubio le había pedido.
Flash back.
El rubio le mandó un mensaje con lo siguiente escrito:
"Hoy voy a tener una estúpida cena en la casa del maldito nerd, ven por mi o ya verás lo que te sucederá en la escuela.
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Por Su Felicidad
FanfictionYo...haría todo lo que estuviese a mi alcance con tal de ver su hermosa sonrisa, incluyendo que esté a lado de otra persona o hasta el que me aleje de él... Te amo, Kacchan.