Day 7 - Free Space

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La situación finalmente estaba bajo su control, Eduardo podría encargarse del resto y terminar el trabajo, había notado rastros de una pelea reciente en aquel lugar y había decidido seguirlos.

Sus pasos hacían eco en la escalera de la bodega el olor a podredumbre y sangre se hacía más intenso a medida que descendía, hizo un gesto de desagrado era imposible acostumbrarse a aquel aroma; tomo su lámpara y comenzó a iluminar el sitio, había un cuerpo destrozado esparcido en el lugar, ellos no habían hecho aquello, era imposible que un ser humano lo hiciera algo como aquello reviso su arma con rapidez y coloco un nuevo cargador, al menos aún le quedaban suficientes balas para deshacerse de cualquier cosa que deseara sorprenderlo.

Se mantuvo examinando intentando imaginar lo que había ocurrido hasta que encontró el rastro de que alguien se había arrastrado hasta aquel sitio.

Se acercó con cautela a una pila de cajas apiladas en un rincón y se detuvo en seco soltando una maldición.

<<Es una obligación de cualquier cazador exterminar a cualquier ente peligroso, ese es nuestro único deber>>.

Aquel mantra que tantas veces le inculcaron como una verdad absoluta durante casi toda su vida se repitió en su cabeza recordándole su deber y se dio cuenta deseaba ignorar, nunca había visto un hibrido o al menos no uno que aun permaneciera con tantos rastros humanos o que hubiese vivido tanto.

Dejo que su curiosidad le venciera y comenzó a rodear a la criatura que respiraba de forma demasiado superficial haciendo que un sentimiento de intranquilidad comenzara a acrecentarse en él, su cola era mucho más gruesa que la fina cola de un demonio y se preguntó si acaso sería igual de prensible que la de uno, talvez aquel apéndice era usado como un látigo o quizás su única fusión estaba relacionada con el equilibrio, había un par de cuernos con un el patrón de círculos negros y violetas pero dudaba que sirvieran para embestir al menos lo dudaba con aquella apariencia tan humana y sus garras eran oscuras peligrosamente afiliadas como las de cualquier bestia; aquel hibrido realmente había luchado por su vida, las heridas en su cuerpo eran demasiado profundas y aun sangraban, cortes, mordidas, moretones y partes de piel quemadas cubrían la mayor parte de su cuerpo, no parecía haber muchas esperanzas para él, debería dispararle o tomar su cuchillo y cortar su garganta, terminar con su sufrimiento en un retorcido acto de piedad, si se daba media vuelta y regresaba por donde había venido seguramente no sobreviviría y moriría después de algún tempo a causa de sus heridas o simplemente llegaría alguna criatura siguiente el rastro de sangre y acabaría el trabajo, nadie acudiría a la ayuda de un hibrido, tanto para los demonios como para las criaturas los híbridos eran una aberración que nunca debió existir, un peligro latente para cualquier ser existente alrededor de uno, por eso es que lo híbridos no llegaban a vivir demasiado, la mayoría eran asesinados durante su infancia o durante su adolescencia cuando solían perder el control y se convertían en bestias irracionales que solo buscaban acabar con cualquier cosas a su alrededor.

Por los rasgos que poseía el hibrido frente a él seguramente debía tener una edad similar a la suya, debía ser un milagro que viviera tanto tiempo, pero al parecer su suerte se había agotado ese día.

-¡Hey, perdedor! Deja de perder el tiempo y termina lo que sea que estés haciendo.

La voz de su compañero le hizo saltar en su sitio haciendo que se volteara a ver a su compañero de cacería que bajaba por las escaleras cubierto de manchas oscuras y aceitosas con un hacha sobre apoyada sobre su hombro, Eduardo lucia agotado pero satisfecho, si no hubiera perdido sus armas de fuego cuando aquel demonio lo embistió no hubiera tenido que recurrir a aquella arma blanca pero aquello no pareció ser un problema para él, de todas formas las armas blancas solían ser un poco más útiles que las de fuego, recargar un arma de fuego suponía descuidarse un par de segundos, segundos en los cuales podrías morir sin un compañero que te cubriera la espalda.

TomEdd Week 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora