Day 8 - Winter

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Se detuvo agotado mientras buscaba recuperar el aliento sintiendo el viento helado golpear su rostro y su garganta arder con cada bocanada de aire que ingresaba a sus pulmones, caminar a través de una capa de nieve lo suficientemente gruesa para llegar casi hasta sus rodillas no era una tarea sencilla pero no tenía más opciones que continuar abriéndose paso a través del manto helado, para esas alturas ya había recorrido casi la mitad del lugar y no había encontrado rastro alguno de Edd por ningún lado, maldijo a Eduardo por ser un odioso cretino y no darle la ubicación exacta a la que debía dirigirse, por supuesto que Eduardo no le daría la información completa de hecho había sido un milagro que siquiera le dirigiera la palabra para empezar.

Se abrazó a si mismo buscando mantener el calor mientras sus dientes castañeaban y sentía sus extremidades entumecidas bajo sus botas y guantes, ni siquiera llevaba ropa apropiada para el clima y menos aún para tolerar la tormenta que no tardaría en golear el lugar, había tenido demasiada prisa por llegar a aquel sitio que no pensó demasiado en su ropa, su endeble uniforme no era apropiado para aquel clima y el grueso abrigo que usaba no era suficiente para mantener su cuerpo caliente, para empeorar su situación sus pies estaban helados gracias a la nieve que lograba colarse dentro de sus botas y se derretía dejando sus calcetines húmedos y sus pies expuestos a la congelación, fue una estupidez abandonar la base con solo la ropa que llevaba puesta sabiendo a lo que se arriesgaba pero había considerado sus prioridades y decidió que acudir a la búsqueda de Edd era más importante que su propia seguridad, era un idiota y sus acciones se lo confirmaban, volvió a ponerse en marcha cuando miro la nieve que había comenzado a caer y un sentimiento de temor se hizo sentir en forma de vacío en la boca de su estómago, necesitaba darse prisa y encontrar a Edd antes de que comenzara la tormenta.

Miro atrás viendo su rastro a través de la nieve, había avanzado bastante desde su último punto de descanso que para ese momento ya había desaparecido pero aun no podía encontrar ningún indicio de la presencia de otro ser humano en el lugar, por un momento la idea de que Eduardo le hubiese engañado enviándolo a un muerte segura en medio de una ventisca paso por su cabeza, aquella posibilidad se sentía como algo cada vez más papable a medida que avanzaba, no era la primera vez que Eduardo le hacía una jugada como aquella, seguramente el maldito psicótico se estaría riendo de enviarlo a su muerte.

Gruño mientras maldecía a Eduardo y continúo su camino, por más que quisiera dar media vuelta y regresar en el fondo sabía que Eduardo no le había mentido; le había escuchado discutir por teléfono y parecía realmente frustrado y enfadado, bajo otras circunstancias no le habría importado en lo más mínimo pero tras escuchar que la persona al otro lado de la línea era Edd su interés despertó, abordo a Eduardo sin muchas esperanzas de obtener algo pero no perdía nada intentándolo, al principio se negó a decirle cualquier cosa intentando que lo dejara en paz y que saliera de su camino porque tenía que salir de la base, no fue hasta que Mark entro en escena que finalmente logro obtener algo, no tenía idea de que fue lo que discutieron entre ellos pero al terminar Mark lucia más agotado que enfadado y se marchó junto con Eduardo después de que el nombrado le dejara tomar su lugar y le dijera a donde dirigirse, le hubiese gustado saber qué fue lo que ambos habían discutido pero solo conocía el significado de algunas palabras que sin un contexto no tenían ningún sentido.

La brillante luz de una farola se convirtió en su siguiente y último punto de búsqueda, sabía que no podía quedarse más tiempo en aquel lugar, la tormenta no tardaría en llegar y no había otro sitio al cual dirigirse, había llegado al límite de aquel parque y lo que le seguía eran decenas de hectáreas de bosque libres de civilización.

Apresuro sus pasos luchando contra la nieve que insistía en entorpecer su andar, había una banca justo al lado de aquel farol y una figura encorvada en ella, su corazón se aceleró a medida que se acercaba y distinguía con mayor claridad aquella silueta, prácticamente estaba corriendo cuando se detuvo en seco a solo unos cuantos pasos de la persona sentada en aquella vieja banca de madera, estaba temblando pero en esta ocasión no era por el frío, la nieve se había acumulado sobre el cuerpo de Edd delatando que había pasado horas sentado en aquel lugar expuesto a las inclemencias del clima y a una posible hipotermia, no era la primera vez que Edd atentaba contra su propia vida, estaba aterrado ante la idea que comenzaba a formularse en su cabeza.

TomEdd Week 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora