For you, my muse

Ya no te amo, aún te amo

—Ya no te amo.

—Mentira.

No, en serio ya no te amo.

Ahora sólo pienso en ti por las mañanas cuando el sol ilumina tu lado de la cama que ahora yace vacío.

Aún olvido que sólo tengo que preparar una taza de café, pero es cuestión de tiempo.

Aún grito "¡Ya llegué!" cuando cruzo la puerta del departamento que solíamos compartir, pero quiero pensar que lo digo al gato.

A veces extraño que pases tus dedos por mi cabello mientras estábamos acurrucados en el sofá y veíamos películas, así que abrazo el cojín que olvidaste y el gato se acerca, pero se aleja de mi cuando me escucha llorar y entonces me siento completamente sola.

También sigo teniendo la costumbre de comprar tus cereales favoritos cada vez que voy a la tienda, aquellos que odiaba, pero ya me he acostumbre a su sabor.

Aún espero un mensaje tuyo todas las tardes cuando salías del trabajo y me decías "Eres la mas hermosa de todas. Te amo"; sin falta. Para mi desgracia, automáticamente prendo el celular siempre a la hora que termina tu turno y me castigo por ello.

También conservo tu camisa, aquella que me obsequiaste con tu olor para usarla de pijama. Desde que te fuiste, no la he lavado para conservar tu olor, pero se ha estado extinguiendo.

El recuerdo de la primera vez que me dijiste "Te amo" bajo la lluvia, se repite cada vez que escucho las gotas golpear contra el asfalto.

Aún te amo, lo admito.