Dos años después.
—Por dios, Camile, solo relajate, ¿Quieres?— Murmuró Ethan, quien caminaba delante de mi.
—No puedo. Te dije que no quería venir, mañana tengo un examen. Se supone que debería estar estudiando.
—Jesucristo— Siseo —Es por eso que ya ni siquiera te avisamos de que hay una fiesta. Siempre te niegas.
Debía admitir que su comentario me hirió de una manera mínima, sin embargo, intente no darle importancia.
—¿A que te refieres con eso?— Ya sabia la respuesta.
—Que eres una amargada— Eso si me dejo callada. Por lo que me detuve. Ethan camino otro poco, antes de girarse hacia mi —Vale, me he pasado, lo siento.
Ethan sabia de mi problema. Sabía lo sensible que era. Lo fácil que era lastimarme por unas palabras. Y tal vez era estúpido, pero desde que yo recuerdo, siempre había sido así. Y lo odiaba.
—Quizas sea la verdad— Le di una sonrisa, aun que pareció mas una mueca de dolor.
—Lo siento pequeña— Se acerco a mi y no dudo en envolverme en sus brazos —A la próxima, pegame por estúpido.
Eso si me hizo reír.
—¡Hey! ¡Chicos!— Grito alguien desde la casa. Me di cuenta de quien era: Michelle -Aleas Mich-
Sonreí de solo verla.
—¡Hay ositos de goma bañados en tequila!— río histérica —¡Bueno, eso creo!
Ethan y yo reímos mas fuerte.
—Por dios, si así se pone con ositos, no quiero imaginarme como se pone con otra cosa— Me miro sonriente —Quizas deberías probar los ositos.
—Lo intentaré— Y caminamos hacia la casa, yo algo ansiosa. Ahí estaría él.
Chicos de la universidad bailaban emocionados, contentos solo porque era fin de semana. La cosa era que eso de ir a fiestas no era lo mio. Quizás si era una amargada.
—Ahi están los chicos, vamos— Ethan me empujo suavemente hacia el grupo de chicos y algunas chicas, entre ellas Mich, quien se encontraba abrazada a su novio Jack.
Y como siempre, mi corazón se acelero al verlo, reír sobre algo que Jack había dicho.
Ponerme nerviosa y no saber muy bien que hacer.
—Mira quien vino— Hablo emocionado, mientras empujaba a Damian para poder acercarse a mi —La pequeña Camile.
Reí tontamente.
—Solo soy dos años menor que ustedes— El río.
—Eres pequeña— Me miro enternecido.
—Como sea— Hablo Damian —¿Quieres una soda?— me pregunto.
—Si, gracias— Me tendió una lata de coca-cola.
—Crei que no vendrias— Hablo Derek un poco mas serio.
—Ethan me convenció— Derek miro sobre mi hombro a Ethan, quien ya hablaba animada mente con Jack y Mich.
—No me dijo nada— Tome de mi refresco —Pude traerte yo.
—Se te adelantaron.
Y ahí estaba Zac, como siempre. Jodiendo.
—Largo— Fue lo único que dijo Derek.
—Pero si acabo de llegar— Dijo como si fuera obvio—Ademas, quiero invitar a bailar a mi chica.
—No, gracias— hable rápidamente.
—Demonios Derek, ¿Como es que tienes a todas las chicas a tus pies?
Mis mejillas se pusieron rojas. Yo era una de esas chicas. Mi ánimo decayó al instante.
Zac me mando un beso imaginario antes de irse.
—Ire al baño— Ni siquiera deje que me contestara y me fui directa a los servicios.
Tarde mas en encontrarlos que en hacer mis necesidades, que cuando volví hacia mi grupo de amigos, una chica ya estaba sentada a lado de Derek demasiado feliz. Derek ya actuaba coquetamente.
Conocía a la chica. Era Holie West. Una hermosa pelirroja. Y ojala fuera de esas chicas como las de las películas: una presumida y arrogante chica mimada. Pero era todo lo contrario. Era bastante sociable, amigable, linda. Una tierna chica por los que todos morían. Entre ellos Derek. Eso me rompía de mil pedazos.
Una vez, Holie me había ayudado para mi examen de calculo y es que aparte de hermosa era inteligente la chica. Y me sentía mal de tenerle un un poco de envidia.
Mire como Jack, Mich, Ethan y Damian se unían a la platica tan alegres.
Suspire cansadamente. No solo me dieron celos de Derek, sino también hasta de mis amigos. Parecían tan contentos sin mi.
Y ahí estaba la sensación de vacío. De no encajar en ese ambiente. De sentirme sola cuando no lo estaba.
Me gire triste y me regañe por ser tan débil. Por no poder enfrentar la cosas...
De no confesarle mis sentimientos.
Camine hacia la salida de la casa.
—¿Te llevo a casa, cariño?— Zac se puso a lado de mi, iba a denegar su propuesta, cuando volvió a hablar —Era fácil de predecir.
—¿Que cosa?— pregunte confundida.
—Lo quieres— Me miro serio —Se nota.
—¿Tan obvia soy?—
—Si, pero tranquila, no diré nada y pretendere que no lo se. Así que..., ¿Quieres que te lleve a casa?
Lo dude...
—De acuerdo.
Continuara💖
ESTÁS LEYENDO
Muy Intenso
Teen Fiction(Anteriormente llamada: Otra vez) Camile Ruzzo tenia un problema. Parecía que el pasado simplemente no quería dejarla ir. El rechazo de sus padres era la prueba de eso. Una actitud fría y déspota que no hacia más que recordarle el resultado de sus...