CORTADURAS-Saga BLOOD

Capitulo III

Habían acabado de salir de clase de álgebra Anthony se disponía a sacar su nueva materia pero Christopher le golpeó el hombro, el chico tenía su mochila puesta mientras que con la cabeza que apuntaba a la puerta, donde detrás del cuadro de cristal estaba Sarah haciendo señas para que salieran.

—¿Qué pasa?.— preguntó una vez estando frente a su hermana.

—Nada, creí que podríamos ir a la cafetería.

—Tus amigos de ayer no están. — afirmó Christopher.

—Sí, por alguna extraña razón ninguno se presento.— la chica se encogió de hombros.

—Conociéndote no era de extrañarse que no volvieran. — dijo Anthony con burla.

—Ja ja, muy gracioso.— pero aunque Sarah no lo admitiría que las palabras de su hermano le dolieron un poco, era mejor que verlo indiferente todo el tiempo.

—Bien vamos...— pero antes de que el de ojos grises continuara alguien paso corriendo a su lado chocando sus hombros.

Anthony pudo distinguir a la chica, era la misma que el día de ayer conversaba con el chico rubio, pero lo que desconcertó al chico fueron las miradas de su hermana y de Chris, bajo la vista viendo en el piso pequeñas manchas de sangre.

—Eso es...

Anthony observó a ambos preguntándoles si beberían ir a ver a la chica. Ellos asintieron y sin más empezaron a correr en la dirección por la cual su compañera se había ido.
Para su suerte la alcanzaron a ver doblando un pasillo, pero extrañamente no iba hacia el baño, sino que terminaron en el estacionamiento, donde había una gran cantidad de adolescentes por el reciente cambio de turno, la buscaron entre la multitud hasta que Christopher la encontró.

—Ahí — dijo para que los tres corrieran hacia donde señalo.

El cuadro que delante suyo no era muy común de ver, la chica castaña por alguna extraña razón se encontraba parecía ansiosa y contenta, junto a ella estaba el chico rubio que había estado con ella ayer. Dos chicos más uno castaño y el otro moreno, además de tres chicas castaña, morena y por último una pelirroja.

Sarah y los chicos se pararon junto a ellos, aunque el hermano de la primera creía que lo mejor era irse, ya que parecía que la castaña no estaba herida, no les era posible, de alguna manera la cantidad de alumnos había aumentado considerablemente.

Mientras los otros chicos aún no se percataban de la presencia de ellos.

—¿Lograste ver el lugar?— preguntó primero la morena.

—No, aún no la toco.— dijo la castaña del pasillo que no dejaba de sangrar.

—Entonces Mairux sostenla, Katelyn libreta y pluma.— habló el moreno.

Mairux, quien era el rubio y la morena Katelyn hicieron lo que les había pedido, la castaña dirigió su mano a su muñeca que sangraba.

La chica miró una escena de imágenes mientras su cuerpo se tambaleaba y Mairux la sujeto.
Pasado unos segundos su respiración era agitada, pareció querer decir algo pero antes tomó la libreta y comenzó a escribir en ella.

—Calle 20, Avenida Faith. Cabina Azul a la izquierda del Edificio Prince.

—¿Son diez cuadras?— preguntó Katelyn.

—Once en realidad.— corrigió la pelirroja.

—Es rubia, no pasa de los treinta años...

—Es mejor que lo digas en camino.— Mairux cortó el hablar rápido de la chica castaña, mientras esta asintió agitada.