❝Yo cuidaré de ti.❞ ✎̑̑♡ [Park Jimin Vs Min Suga]

C H A P T E R F I V E

          

¨Final Feliz¨

Los nervios me estaban consumiendo, justo el día de mi boda, JiGi tenía que perderse. Diablos. Lo más frustrante es que estoy encerrada en mi habitación, me han impedido salir de esta. Ya estoy lista, tengo puesto mi vestido de novia, y me han dicho que no debo salir así. ¡Nadie ha venido a avisarme nada! Necesitaría ayuda para quitarme el vestido, no entiendo cómo, pero está un poco (muy) ajustado.

¡Soy libre! No dañé el vestido, pero estuve a punto cuando la desesperación crecía en mi. Me escabullí de mi habitación, notando como algunos de los invitados estaban impacientes. No me importa cómo se sientan ellos, yo solo quiero encontrar a mi hija. Una vez llegué hasta la sala principal de mi casa, tome el teléfono, todos estaban afuera, no había nadie dentro, y eso me aliviaba un poco. Marqué aquel número que estaba aprendiéndome de memoria, porque después de todo, tenemos una hija en común. Suspiré cuando Jimin contestó. —Park, necesito tu ayuda. —Escuché una leve risita. —¿No se supone que te casas hoy? Oh, espera, ¿No te quieres casar? ¿Es por eso que llamas? —Se escuchó su tono burlón, es un idiota cuando se lo propone. —JiGi ha desaparecido, no la encontramos por ningún lado. —Casi chillé por la línea, pero me contuve para adivinar su expresión. —Mierda, ¿Cómo que desapareció? No estoy arreglado para la ceremonia... pero voy para allá. —Colgó, eso significa que él no la tiene. Diablos, ¿Dónde está mi hija?

En media hora había recorrido toda la casa, no hay rastro de mi hija por ningún lado. Me había topado a muchas personas, pero nadie la había visto. —Se Ra, tranquilízate. JiGi aparecerá pronto, cariño. —Me consolaba YoonGi cuando caí en la desesperación total. —¿Aún no la encuentran? —Exclamó Park una vez llego, él vive lejos de nosotros. —¿Llamaron a la policía? ¡Alguien pudo secuestrarla! —Él estaba igual de desesperado, pero todo lo que estaba diciendo, ya lo había pensado yo. Mi bebé esta sola, debe tener hambre, llevamos una hora buscándola y no aparece. —Disculpen, ¿Ella es JiGi? —Una pequeña, llena de tierra y un vestido medio roto, venía acompañada de una mujer un poco mayor que yo. —¿JiGi? ¿Cariño? Dios, ¿Qué le ha pasado? —Mi hija no lloraba, pero lucía un poco temerosa, al parecer sabía que estaba en problemas. Bendita la hora en que aprendió a caminar.

—Estaba en el jardín del lado trasero, uno de mis hijos estaba de curioso, y fue cuando la encontramos, su casa es un poco grande para los niños. —Nos dijo amablemente la mujer. Yo volví a llorar, con un poco más de sentimiento, estaba demasiado aterrada de que a mi hija pudiera haberle pasado algo. —Le pediré a los invitados que se vayan. —Me dijo Yoonnie en un susurro, besando mi mejilla y acariciando el cabello empolvado de la pequeña entre mis brazos. —No, no lo hagas. Yo puedo bañar a JiGi, mientras ustedes llevan a cabo la ceremonia. -Escuche que se ofrecía amablemente Jimin. ¿Qué? —Si desconfían, pueden pedirle a alguien más que me supervise. -Se encogió de hombros, tomando a mi hija entre sus brazos.

Aún con desconfianza, la idea no me era tan mala. Los invitados siguieron esperando, y eso me tranquilizó. Fue rápido esta vez, pues ya estaba lista y solo debía ponerme el vestido y retocarme el maquillaje un poco debido a mis lagrimas. Últimamente he estado más sensible que de costumbre. Cuando salí con el vestido puesto, Park salía con nuestra hija de su recamara, con un bonito vestido rosa, que estaba segura él le había comprado. —Luces preciosa, Se Ra. —Lo escuché decir, y por primera vez en tiempo, le sonreí agradecida y sincera, caminando hacia la salida al patio, para dar comienzo a la ceremonia. No había caído en cuenta antes que, mi futuro esposo luce guapísimo en ese impecable traje.

—Cuando dices amarme, solo necesito esas palabras. Que nunca cambiaras, solo una vez más. Eres todo en este mundo para mí. Abrázame dolorosamente fuerte. Compartimos algo muy especial, no lo olvides. Eres mía. Día a día. Verano, invierno. Incluso si no lo sabes, tú tienes lo mejor de mí. Te amo, Min Se Ra. Así será por toda la eternidad, en cada reencarnación, siempre tendrás mi corazón. —Los votos me habían hecho llorar un tanto a mares, pero con calidez pude recitar los míos. Recitándole el amor profundo en agradecimientos, prometiéndole con mi vida que lo haría tan feliz como él lo hace conmigo.