TRUST NO ONE

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-Por que se encontraba despierto a la 1:30 de la mañana?- Me pregunta el abogado mirándome- Tendría que ir a clase a las 7:00 AM no es así?- Dice esta vez sin levantar la vista de unas hojas que sostenía entre sus manos

-Tenia que terminar un trabajo para entregar ese mismo día, de todas formas no entiendo que relevancia tiene esto ahora- Digo sin saber a donde quiere llegar

-Usted dice que escucho pasar a la policía y por eso salio a ver como se encontraba su padre, no es así?-Pregunta, pero su mirada se dirige al publico- Por que su primer pensamiento fue ese? Acaso su padre estaba metido en líos por culpa de su adicción y usted lo sabia? -Dice y clava su mirada fría y calculadora en mi

-No te atrevas a llamar adicto a mi padre- Digo casi en un grito y la jueza llama mi atención -Mi padre no era adicto, le gustaba tomar unos tragos luego del trabajo pero no mas que eso, por eso salí de mi cuarto a buscarlo esa noche, cuando escuche la policía pensaba que podría estar deambulando en la casa sin poder llegar a su cuarto y quería ayudarlo, mi padre no estaba metido en ningún problema, el era un buen hombre- Digo y dirijo mi mirada al hombre que tenia una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

El resto del juicio transcurre de la misma manera, el abogado me pregunta mas de una vez si mi padre podría haber estado involucrado en algún problema y si yo tenia información al respecto.

Todo pasa muy rápido y en tan solo unas horas el juicio estaba llegando a su fin, y con el la libertad del asesino.

Estaba seguro que pasaría el resto de sus días en una celda, eso seria lo mínimo a pagar por quitarle la vida a mi padre, pero todo se desmoronó cuando escuche que la jueza decia:

-El acusado será condenado a pasar 8 años con arresto domiciliario, ya que no existen pruebas suficientes para enviarlo a prisión. El caso queda cerrado.

-¡No puede hacer eso!-Digo saltando de mi asiento- ¡Este hombre me quito a mi padre y usted va a dejar que se quede con su familia! - Suelto esto ultimo con lagrimas en los ojos.

-La sentencia ya esta decidida- Dice la jueza sin una pizca de empatía.

En este punto el asesino de mi padre tenia la vista clavada en mi y aparecía una sonrisa en su rostro que me provocaban nauseas, al mismo tiempo que sentía tanta ira, no podía creer que aquel hombre estaría junto a su familia.
A la jueza no le había importado que me haya arrebatado a la mía.  

En aquel momento mi primer impulso es tomar la justicia por mis propias manos e ir en contra de lo que ha dicho la jueza, pero se me hace imposible poder llegar hasta aquel hombre, ya que se encontraba rodeado de policías, los mismos que lo llevaran hasta su prisión domiciliaria y vigilarán para que no rompa lo que la jueza dictaminó.

Así que salgo corriendo hacia afuera lo mas rápido que puedo para salir de aquel lugar en el que había estado las ultimas horas y todo para que? Para conseguir solo 8 años de arresto domiciliario que no eran nada en comparación con lo que yo había perdido. Y justo cuando paso por su lado escucho que dice casi en un susurro

-No confíes en nadie- Su mirada era penetrante y solo se dirigía a una persona, a mi..