Capítulo 3

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Salgo del juzgado lo mas rápido que puedo, sin detenerme a pensar demasiado en lo que me había dicho aquel hombre hace unos momentos, no había notado cuanto llovía fuera hasta que estuve caminando varios minutos sin rumbo alguno.

Recuerdo aquella mirada fría y calculadora que tenia fija en mi mientras me decía No confíes en nadie a modo de advertencia, me cuesta asimilar que he estado tanto tiempo esperando una sentencia para el asesino de mi padre que me devuelva un ápice de tranquilidad por las noches y me deje dormir sin que el mismo sueño me perturbe noche tras noche, sin llegar a tener el resultado que esperaba del juicio.

Me percato que he llegado al muelle donde solía venir con mi padre los días de pesca, busco en mi mente el recuerdo de lo que para mi fue el mejor de los cumpleaños en mi niñez, aquel día fue uno de los mejores que pase con el.

Vinimos a este muelle luego de que pasara por mi del colegio, y me contó que su padre también lo hacia cuando el era un niño, pase la tarde escuchando un sinfín de historia que no conocía y que nos unió mucho.

Mi madre no pudo venir con nosotros debido a la demanda de su trabajo, por lo que a la noche comimos en familia sentados en una mesa lo bastante pequeña que me hacia sentir que nada podría romper lo que eramos.

Aquellos recuerdos me evocan unas lagrimas que no puedo controlar, hago caso omiso de ello y dejo que mis emociones ganen.

-Es un lindo lugar para ahogar las penas no es así? -Me sobresalto al oir que dice una voz que proviene detrás de mi.

Al escuchar aquella voz me resulta conocida, no me había percatado de que hubiese alguien cuando llegue, me levanto rápidamente dejando el lago a mis espaldas y trato de identificar de quien se trataba.
La voz provenía de una sombra situada bajo un árbol que se encontraba ubicado a un lado del muelle, por lo cual me resulta casi imposible distinguir de quien se trataba, hasta que avanza hacia mi..

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