La primera vez tenía 5 años. Mi prima y yo nos sacamos una foto con el viejo pascuero. Ambas sentadas en sus piernas. Mi prima con un vestido, yo con una polerita corta, se marcaban unos rollitos, varios kilos de más.
Si. Tenía solo 5 años la primera vez que sentí verguenza de mi cuerpo. Deseé que tomaran la foto de nuevo, pero había una fila tan grande y ya habíamos cancelado la foto. Yo rogué para que desapareciera. Me quedé con la avergonzante copia.
A los 9 años salí de un colegio de monjas, para entrar a uno "tradicional". Ahora tenía compañeros, varones, masculinos. "ahora podrás acortar un poquito la falda y verte más femenina, más atractiva" me dijo una joven mujer, familiar, amiga mía. Yo no sabía si quería verme más femenina o atractiva, pero por algo me habían prohibido tanto tiempo mostrar mi pierna sobre el nivel de la rodilla y quise intentarlo.
A esa misma edad, un hombre mayor se me acercó, en plena calle, rompiendo mi espacio personal e hizo un sonido "de connotación sexual" en mi oído. Me avergoncé. Creí que era mi culpa, por estar vestida de esa manera. Yo lo había provocado. ¡A los 9 años!
A los 12 años me diagnosticaron leucemia, comencé a tomar corticoides adquirí 20 kg. más y el terror de mirarme al espejo. A los 12 años, también conocí a Francisca que tenía la misma edad que yo y que al conocer mi caso, estuvo dos meses ocultando sus corticoides. Simplemente no se los tomaba, los vomitaba, no se los tragaba. Ella no quería subir de peso, eso la avergonzaría de su cuerpo. Francisca se rehusó al tratamiento, el miedo pudo más, falleció 8 meses después.
Ese mismo verano, un día me encontraba viendo televisión, cuando apareció una publicidad: Un ungüento mágico que aseguraba "disminuir unas tallas" para verte más bonita.
¡ALTO!
Le hablaban a una mujer y en las imágenes sólo se veía un vientre femenino, saliendo de una piscina, con un bikini. Sin ninguna estría, sin celulitis. Por su puesto.
Creí que era mi imaginación, cambié de canal. Quise poner mi atención en "otras" noticias, pero por aquel entonces era dificil, era plena temporada de neurosis por el cuerpo. - Las dietas, el ejercicio, "cada vez más hombres están EMPEZANDO a cuidarse"- dijieron.
Hicieron un recorrido mostrando el público de la playa, miré con atención y me pareció detectar un patrón. Mujeres atemorizadas, tapadas con toallas, pareos o adoptando posiciones extrañas. Entre esas atemorizadas mujeres, aquellas con "cuerpo natural", entiéndase como aquel que se podía esperar de quien trabaja extensos horarios, come rápido e inadecuadamente, duerme poco y tiene escaso o nulo tiempo y/o dinero para el gimnasio. Pero también habían mujeres esbeltas, flacas e incluso menos, ellas parecían avergonzadas. Por otra parte, vi un par de "poncheras" parecían orgullosas y relajadas frente al mal. Había claramente una mayor proporción de cuerpos femeninos, inseguros.
No pude evitar recordar mi foto a los 5 años, no pude evitar pensar sobre las diferencias entre el canon de belleza femenino y masculino.
¿Desde que momento nos enseñan a tener vergüenza de nuestros cuerpos? ¿Habrá sido solo mi impresión o aquello es más común en nosotras? ¿Y a ti, quien o qué te ha hecho sentir avergonzada con tu cuerpo?
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Por mi y por todas mis compañeras
No FicciónHace un par de años, el feminismo sonó por primera vez en mi cabeza como otra expresión violenta y extremista de fomentar el odio en este mundo violento, frío y competitivo. Yo estaba cansada del odio, cansada y enferma. Para mi suerte, por aquel e...