Angel. Primera parte

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POP JUNGKOOK

La situación se volvió caótica en el tiempo que los pobladores abandonaban la pesadez de sus sueños; aparentemente la intensidad del aullido, los había alarmado en gran medida. Instintos asesinos despertaron en mí, erizando mi pelaje, al percibir el inconfundible olor a miedo que provenía de las casas cercanas; el terror de los rivales siempre sería bien recibido como una invitación de caza. La gracia de esta victoria presurosa dibujó en mi semblante, un intento de sonrisa..."las bestias realmente tienen miedo de nosotros". 

Por la manera en que lidiábamos con los estorbos del camino...no los culparía por estar aterrados de esta repentina "visita". Nuestra especie se había posicionado en la coronilla de la jerarquía mágica...mucho antes que yo naciera, a eso de unos 9000 años. Siendo miembros activos de la corte ancestral, y respetados por todas las entidades del territorio...alcanzaron la autoridad suficiente como para gobernar una comarca. Nuestros viejos desarrollaron una pequeña adición a este pasatiempo, mientras aprovechaban la longevidad de sus vidas. Qué extraño que eligieran el poder como su más grande anhelo, y no el cálido gozo de un hogar familiar. Fósiles codiciosos. 

Aunque no todo fueron intenciones ambiciosas, al menos no ahora que teníamos en cuenta, las ventajas de recibir una herencia próspera que asegurara la comodidad de toda la manada, incluyendo la de nuestros futuros descendientes. Lo negativo de la situación era que, así como repelíamos a los curiosos con fuertes amenazas; los enemigos seguían al asecho; y para un jefe como yo, cuyo deber es proteger a la familia...era bastante humillante tener que lidiar con los constantes caprichos de aquellos miserables, que pretendían doblegar a los míos, a base de conjuros y maldiciones para "demostrar" la indignidad de nuestra posición. Jodidamente inaceptable.

Reconozco que los méritos logrados no tuvieron nada que ver con nuestra "amigable popularidad", aunque esta debilidad social nunca representó algún riesgo para otras criaturas; eso no significó que sus temores menguaran. La mayoría perdía la coloración de sus caras, al presenciar nuestra forma animal, y muchas veces nuestra naturaleza salvaje no era muy bienvenida. No todo era cruel, muchos otros buscaban protección de nuestra parte, con ello, ganábamos alianzas favorables, y unas cuantas buenas amistades. 

En los tiempos gloriosos, cuando aún era un cachorro, no hubiésemos tenido que envolvernos en esta maraña de dificultades. Si el gran jefe estuviese vivo, se partiría de risa al enterarse que pactamos con una demandante y desquiciada hechicera, porque no fuimos capaces de localizar el paradero de los secuestradores; los malnacidos habían lanzado un hechizo desvanecedor que cubrió toda la tierra montañosa del territorio, y más de la mitad del extenso bosque vecino. 

No esperaba que la alianza con la matriarca de los brujos resultara ser tan descabellada como atractiva; básicamente, nos había otorgado el libre acceso a sus tierras para recuperar a nuestras familias, y autorizado la eliminación de los traidores. En otras palabras, la mujer había sentenciado las muertes de todo infeliz que desprendiera la hediondez de un cuerpo descompuesto. Algún suceso interesante podría salir de esto.     

Pasos torpes se escucharon en la cercanía, y las luces no se hicieron esperar, iluminando por completo las largas calles de piedra. Ciertamente la insensatez de sus acciones terminó por mejorar la situación. Abandonar la seguridad de sus hogares y exponerse a unos coléricos lobos, en sus inútiles intentos por conservar sus pellejos; tanta estupidez sólo para precipitarse a sus inevitables muertes. Yoongi, Taehyung y Hoseok me siguieron hasta la parte trasera del caserón, donde divisamos la puerta de acceso hacia el interior. No tenía tiempo para ocuparme de ratones si las verdaderas ratas se encontraban dentro, de eso se encargaría Namjoon junto con el grupo de apoyo. 

En un latido➳KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora