Sábado en apuros

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Son las diez de la mañana y me voy despertando, y sólo por que mi hermana me lanzó un almohadazo .
- ¡Levántate dormilona!, ¡tenemos que hacer maletas e ir a desayunar!
- Ya voy- Me pongo mi bata favorita y voy a desayunar. Los sábados trabaja mi papá hasta medio día, y mi mamá hay algunos que sí y otros que no; y hoy es uno de esos sábados en los que debe de ir a trabajar , así que yo tengo que hacer el desayuno para Clarisse y Thomas, que sólo tiene cinco años.
Tardo un poco en decidir qué voy a preparar, hasta que se me ocurre hacer hotcakes.
Terminamos de desayunar , y Clarisse lava los platos y yo me voy a elegir lo que se va a poner Thomas; me decido por su camisa de Spider Man , pantaloncitos de mezclilla y sus adidas.
Me voy a tomar un baño y decido ponerme unos shorts floreados, una blusa morada y mis converse. Y al final decido hacerme una trenza de lado. Empiezo a hacer mi maleta, cuando me llama Sheila :
- Hola Shei, ¿qué pasa?
- Hola, ¿me preguntaba si no quieres venir en la tarde a una albercada en mi casa?- tardo en poco en contestar, ya que no estoy segura de que me dejen, pero trataré de convencer a mi mamá cuando llegue.
- ¡Claro , nos vemos allá!
- ¡Genial!
Termino de hacer mi maleta mientras escuchaba la playlist de verano, y lo que llevo en mi maleta en general son shorts, blusas cortas para el calor, tenis, vestidos y mis accesorios para el cabello.
Llega mi mamá y la saludo, le digo que ya hice todos los deberes de la casa y que hasta terminé de hacer mi maleta.
- Está bien, ¿ qué quieres?- rayos, ¿ cómo es que se dió cuenta de que quiero algo?
- Ok ,ok, me cachaste, Sheila me invitó a una albercada en su casa hoy, y en verdad quiero ir amtes de que nos vayamos mañana a Portville, ¿ crees que me dejes ir?- tarda un poco en pensar, y para mi sorpresa dice:
- Está bien, pero con la condición de que llegues a las siete, ya que mañana nos tenemos que ir muy temprano.
- Wow, ¿ en verdad?
- Si Alice, ahora vete a arreglar antes de que me hagas cambiar de opinión- dice con un tono de risa.
- Si, si, ¡ya me voy !
Decido  llevarme un traje de dos piezas de color azul marino, ya que los que más me gustaban ya los había guardado.
Voy llegando a la casa de Shei a pie, ya que queda a una cuadra de distancia a la mía. Toco el timbre y ya está la música a todo volumen, y para mi sorpresa sale Zac a recibirme.
- Hola Aly.
- Hola Zac qué sorpresa.
- La sorpresa es mía.
Vamos entrando a la fiesta y empezamos a divertirnos como nunca, bajo los rayos de sol, simplemente esto era cómo quería que fuera todo mi verano, y al menos lo iba a pasar bien un día de mi verano.
Cuando voy a la cocina de Sheila me doy cuenta de que ya son las ocho, y tuve que haber llegado hace una hora a casa. Zac nota que me pongo nerviosa.
- ¿ Qué pasa Aly?, ¿todo en orden?
- Si, bueno , no. ¡Es que tuve que haber llegado hace una hora a mi casa y mi mamá me va a matar!
- ¿Quieres que te lleve?
- ¡¿Enserio harías eso ?!
- ¡Claro!, de todas formas ya me iba.
Cuando ya vamos en camino, me fijo un poco en Zac, es un poco más alto que yo, tiene los ojos cafés y el cabello rubio, es guapo, pero no estaba tan segura de qué era lo que hacía que no me gustara .
Cuando llegamos, apagó el motor.
- Bueno , pues ya llegamos.
- Así es , muchas gracias por haberme traído Zac.
- No hay de qué.
Se hizo un silencio incómodo, y por un momento se inclinó tanto que pensé que me iba a besar así que dije:
- Bueno Zac, en verdad gracias por traerme, espero que tengas un muy buen verano, ¡nos vemos cuando regrese!
- Este, si, nos vemos. Qué tengas un buen verano Aly.
Voy entrando a mi casa y mi mamá ya estaba en la puerta esperándome, para mi suerte, estaba viendo la tele en la sala, así que traté de subir las escaleras sigilosamente, hasta que:
- No tan rápido Aly, ¿ en qué quedamos?
- Que si quería salir a la fiesta tuve que haber llegado a las siete.
- Exactamente, dentro de una semana no vas a poder ir a ninguna fiesta.
Por mí estaba bien, ya que no creía que iba a salir cuando estuviese allá, pero no quise decir nada, si no mi mamá se iba a enojar más.
Cuando llegué a mi cuarto ahí estaba Clarisse.
-¡Oh mi Dios! Estuviste a punto de besarte con Zac.
-¿Qué?, nada que ver , sólo me trajo a la casa.
- Pues se veía que tenía otras intenciones .
- ¿ Tú qué sabes?  Aparte ¿ qué hacías espiándome por las ventana? , sal de mi cuarto, ahora.
- Está bien, está bien, pero admite que está guapo.
- ¡Ya vete!, y no , no lo está!
Estaba tan cansada que decidí que ya debería de dormir, ya que mañana iba a iniciar el horrible comienzo de mis vacaciones de verano.

Encuéntrame dónde las luces están Donde viven las historias. Descúbrelo ahora