Ironstrange

Dedo

Tony se golpeó en el dedo pequeño del pie y estaba tirado en el piso retorciéndose.

— S-Stephen...

— ¿¡Qué pasó amor!? —llega corriendo el hechicero.

— Necesito que me ayudes.

— Tranquilo soy doctor, ¿Que te sucedió?

— Yo tengo tres doctorados, idiota. Solo quiero que me ayudes.

— Ah, con que tres doctorados, ¿Eh? Pues si tienes tres doctorados cúrate tu solo —se levanta—. Hoy duermes en el sofá, por listo.

— Stephen Vincent Strange, ¿¡ME PEGUE EN EL DEDO Y TÚ ME MANDAS AL SOFÁ!? ¡Cortamos ahora mismo! —sigue sobándose el pie.

— Estamos casados. Y eso no cambia el hecho de que duermes en el sofá.