Change me [#2Nothing like us] - Justin pov's

catorce.

Joder. Si yo creía que ya era bastante doloroso y estresante ver como Swaggy abrazaba tanto a un chico.

Yo ya quería dejar sin herederos al hombre y de pasada, decirle unas cuantas cosas inapropiadas a mi novia.

Decir que ella estaba arriba de el, era poco. Estaba  colgada sobre el y sus piernas rodeaban la cintura del chico, el cual tenía sus manos bastante cerca del trasero de ____, al menos para mi parecer.

A si que ya saben, soy impulsivo y camine con rabia hacia ellos mientras estrujaba las flores que tenía en mis manos.

Las tiré al piso con rabia justo antes de que Swaggy me mirara y sonriera bajándose de encima del chico

¡Maldita mujer! Estaba en los brazos de otro hombre y me sonreía, ella tenía suerte de que yo la amara como la mierda. Porque probablemente ya la hubiera estrujado y hubiera molido a palos al chico

—¡Mi amor—Gritó Swaggy lanzándose encima mio

La abrace y la corri para mirar al chico.

Fue cuando toda mi ira desapareció y se sustituyó por vergüenza

—¡Justin! —Grito el chico saludándome

—Lucas—Sonreí mordiéndome el labio

Era un estúpido. ¿Quién se ponía celoso del hermano de tu chica?

—¿Y eso? —Apuntó mi cuñado a las flores echas pedazos en el suelo

—Yo uhm.. —Titubee y Swaggy me miro alzando una ceja

No podía dejar que Swaggy supiera que yo las tiré por la rabia. Es decir, que ser tan idiota –además de mi claro- se ponía celoso de su cuñado?

—Se me cayeron—Sonreí falsamente y las recogi—Toma—Sonreí como un niño pequeño y se las entregue a Swaggy

—Puré de rosas, adoro esas flores—Agrego sarcástica y sonriendo para luego besarme

Soy un estúpido de mierda.

Y debe ser la vez numero 736.937 que lo digo.

—Justin, podemos ir a almorzar con Lucas? —Pregunta tiernamente mi novia—

 —Claro —sonrío—

El almuerzo con mi cuñado (¡Que formal suena eso!) Fue muy divertido, aunque a Swaggy se le volteó la gaseosa en su ropa (una de las cosas divertidas) estuvo bien, pero se molestó porque ha pasado una hora de aquello y yo sigo riéndome como un maldito cerdo. Llegamos a casa y Swaggy se baja indignada del coche, río, porque sé que no está molesta realmente. Me bajo yo detrás de ella y cierro la puerta, corro para alcanzarla y la tomo por la cintura.

—Sueltame maldito patán reidor de indefensas novias embarazas —intenta zafarse de mí—

 —Cariño, no quieres entrar a casa —la volteo quedando frente a ella—