El ángel.

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Otoño.

Probablemente era primero de Octubre.

Saben, cuando las hojas de los arboles comienzan a tomar un tono naranja y estas caen lentamente al suelo, en una suave danza.

El viento sopla frió y la gente sacan de nuevo de sus armarios, aquellos grandes y felpudos abrigos, junto a bufandas y guantes.

Por supuesto que un lugar como Inglaterra ese clima era mas que común, pero si se aclara que acababan de salir de uno de los veranos mas calurosos que habían pasado por ese país, que la temperatura que alguna vez llego a veinte grados bajara de una manera casi abrupta a los siete, los había dejado descolocados y extañando los calurosos días soleados.

Y ahí en medio de todo ese jaleo de gente casi corriendo en las calles londinenses, se encontraba un chico el cual rompía cualquiera de los esquemas que se veían. 

Con una cabellera anaranjada la cual hacia juego con el color de los arboles, una sudadera roja gastada junto a jeans raídos en todos lados, cargando una guitarra que parecía haber tenido mas accidentes que otra cosa y una huella de gato en la esquina. 

Ed ese es su nombre.

No era el hecho de su vestimenta o cabellera el cual lo hacia diferente al resto, sino su manera de pensar. A pesar de ser un chico muy cariñoso y preocupado, era bastante distraído. A parte de que la principal preocupación de su vida en ese momento no eran ni el dinero, ni su salud... era una canción. Si, una canción.

Por mas que el intentaba el chico no lograba encontrar algo o alguien, que le diera es empujón para poder terminar con su problema. No, solo se repetían los mismos patrones y al final terminaba escribiendo de lo mismo.

Amor y Amistad, sexo y mas amor. Temas tan clichés, como si intentara escribir respecto al amor a primera vista o de una amante prohibida. Un mercado que estaba mas que vendido.

El no quería eso, no. El quería escribir respecto a levantarse borracho una mañana en una cama equivocada o de dos amigos enamorados tratando de luchar contra el mundo, de la homosexualidad, drogas y prostitutas. 

Buscaba romper las barreras y tal vez utilizar un poco de humor negro en el proceso.

Y por eso ahora estaba ahí, en un parque de esos que nadie visita y ni recuerdan su nombre. Tumbado a los pies de un árbol, entre un montón de hojas secas, con su libreta apoyada en ambas piernas, la guitarra justo sobre esta y su mirada paseando por las nubes esponjosas.

-Que tal algo como... una chica tonta enamorada de un nerd... que patético...- giro la cabeza y cerro los ojos con fuerza- O un ciego en busca de... por que siquiera respiro, deberían matarme...- se golpeo la cabeza con la guitarra y casi lo hace repetidas veces. Es que no se podía ser tan imbécil. Se deslizo hasta quedar acostado en la cama de hojas- Y si, y si, me odio no sirvo para esto. Tal vez debería pedirle ayuda a Payne y por que mierda hablo solo.- con una mano se tapo el rostro con frustración. 

Mas o menos en eso llevaba seis meses, se negaba a la ayuda de sus amigos asegurando que el podía solo, pareciendo un niño pequeño caprichoso. Todo seria mas fácil si tuviera la imaginación de Louis y Liam, porque si, tenia las ideas pero no las palabras que rimaran y odia que cuando a pesar de lo que dice su mente, dice estupideces a montón.

Debería dejar el mundo de la musica, pero no puede, lo ama demasiado y es la única cosa que ha amado en realidad.

El sitio era uno de los lugares mas silenciosos de toda Londres, el movimiento de los arboles y el cantar de los arboles se escuchaba con fuerza y si prestabas un poco mas de atención los latidos de tu corazón también retumbaba en tus oídos.

Así era hasta que un sonido sordo opaco al resto, era como si algo pesado cayera sobre las hojas. Aquello había arruinado la paz que se había creado en el ambiente. Por lo que se levanto de su lugar solo para encontrar el creador de este.

Todo el lugar parecía igual, una que otra banca a lo largo del camino que recorría el parque, cientos de hojas entre marrones y naranjas, el cuerpo de un chico... ¡PERO QUE MIERDA!

Corrió lo mas rápido que pudo y de un solo movimiento se coloco de rodillas a un lado del joven. Se veía pálido, muy pálido, los labios un poco purpuras, ojeras bastante grandes bajo sus aquellos ojos que no se podían ver, los rizos desparramados sobre el suelo y parte de su rostro, vestía un suéter muy delgado para cualquier persona en este clima, unos pantalones sumamente ajustados y de calzado unas botas desgastadas. Su cuerpo era esbelto y debía medir entre el metro ochochenta al noventa. 

Pero había algo de lo cual no tenia duda, ese chico era sumamente hermoso, tanto que creyó que los ángeles cantaban a su al rededor y cientos de brillos rodeaban su aura. Era bastante tonto pensar todo eso, sin embargo, era lo que veía y creyó que jamas volvería a ver tanta belleza acumulada.

Era definitivamente un ángel y quería conocer el nombre de ese ángel.

Okey no se si alguien le vaya a gustar la historia, pero bueno les diré es bastante corta y los capítulos serán también cortos. Espero que les guste y si, el protagonista es Ed Sheeran.

The A Team » larry lirry zarry narry || shylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora