Esta es la guerra

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Buen día, les traigo un nuevo capítulo, espero lo disfruten.
Créditos de la imagen a su artista: https://twitter.com/aeon_ix/status/994913341599498240
Negrita: Aclaraciones y otros

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Día 22. Guerra de agua.

Esta es la guerra

"En la guerra como en el amor, para acabar es necesario verse de cerca" (Napoleón I)

Cuando Eijiro se levantó, lo primero que sus oídos captaron, fue el sonido de la lluvia, la noche anterior había sido realmente intensa, y ahora, su cuerpo dolía, en partes que no sabía que fuera posible que existiese el dolor.

Movió su cuello, y divisó como las gotas de agua caían en la ventana, esta se deslizaban con rapidez formando diversos caminos, el cielo estaba realmente nublado, era uno de esos días, en los que preferías quedarte a dormir.

Sintió la mano de Bakugo en su cadera, así que se volteó para besarle la nariz y despertarlo de su sueño, este, lentamente movía sus parpados, y abría sus ojos, gruñendo por la interrupción de su descanso, y porque a él, también le dolía hasta el alma.

De repente Bakugo sintió una mano que tomaba su cabello, acariciándolo, y aquello, le dio tanta paz, que no quería quitarse de allí, era un Sábado y ese día, tenían descanso, por lo que solamente estar así, viéndose a los ojos, era el mejor premio del día, y olvidaban la situación por la que la AU actualmente estaba pasando.

Eijiro se acercó, y comenzó a besarlo con lentitud, antes de sentir una pequeña explosión en su cara que lo alejó momentáneamente —¡Ahora no bastardo!— Con fuerza, Bakugo se quitó el brazo que sostenía su cadera, y se levantó de la cama, completamente desnudo, mientras buscaba con su mirada, su ropa, para poder quitarse el sudor (Y otros fluidos) de la noche anterior.

Eijiro renegó, intentando con unos pequeños gemidos, tratar de evitar que Bakugo lo dejara sólo, pero este, se agachó, levantó la camiseta de Eijiro y se la lanzó a la cara —¡Vístete bastardo!— antes de que agarrara la toalla que estaba colgada, y tomar sus implementos de aseo, y salir por la puerta de la habitación.

Eijiro demoró un poco más en querer levantarse, la cama estaba realmente cómoda, y el clima evitaba que quisiera deshacerse de las cobijas, pero, sin Bakugo a su lado, ya nada era igual, así que con pereza se levantó, tiró las cobijas al piso y con cuidado, se puso la toalla sobre su cuerpo, él también necesitaba una ducha.

Los baños comunitarios estaban vacíos, por lo que no tomó importancia, simplemente se sentó, y tomó un cubo de agua, lanzándolo sobre su cuerpo, su piel se erizo, por el cambio de temperatura entre el agua, y el clima que se sentía dentro del baño.

Luego de que su cabello. Estuviera limpio, y su cuerpo, se levantó y caminó hasta un pequeño Onsen, y se sumergió, hasta que solo su cabeza estuvo por fuera, una pequeña corriente pasaba justo en sus hombros, lo que le hizo lanzar un suspiro que lo relajó en ese instante. Hasta que sintió como una gran cantidad de agua caía en su cara, y lo ahogó durante unos minutos.

¡30 días y contando!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora