Gracias por esto

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Buenos días, es un nuevo día, y me doy cuenta, que hemos alcanzado los 2K de lectura, ¡Estoy que no me las creo! Muchas gracias a todos ustedes por darme la oportunidad de traerles este hermoso fic, iba a escribir que por los 2K publicar de dos días, pero, actualmente estoy escribiendo lo de mañana, y no creó que pueda alcanzar a publicar hoy, es más, hasta quizás publiqué mañana muy tarde, ya que el tema, es algo difícil, y quiero mostrarles otra faceta mía.

Sin más, espero disfruten de esta lectura, créditos de la imagen a su artista: https://twitter.com/azeensart?s=09
Negrita: Aclaraciones y otros. 

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Día 27. Beso de película romántica.

"Eres la razón por la cual el sol brilla y las noches no se vuelven más frías" (Mötley Crüe "Whitout you")

Gracias por esto

El año nuevo llegaba, y con este, algo que no se veía desde hace años, la luna de sangre, o Luna roja, así que Eijiro tenía doblemente marcado el número 31 de aquel mes. La casa de los Bakugo en dónde él vivía, ya se había limpiado el 25 de diciembre.

El Kodomatsu adornaba la entrada principal, sobre cada puerta de las habitaciones estaba puesto el Shimekazari, y el Kagamimochi que estaba puesto sobre su respectivo altar en la mesa del comedor.

Mitsuki había cocinado Zõni con carne y verduras, también, como era usual, había cocinado el tradicional osechi ryōri, que puso en el jūbako, que ellos iban a llevar, cuando escalasen la montaña, que Bakugo le prometió que irían a escalar esa noche de año nuevo.

En el piso superior de esta habían diferentes aperitivos, entre esto estaban las judías kuromame, y las sardinitas tazukuri; en el segundo piso, una pequeña porción de pasta de castañas y boniatos kurikinton, el datemaki, y nos cuantos pasteles de pasta de pescado kamaboko.

En el tercer piso un par de pescados asados, en el cuarto piso varios tipos de verduras, y como dictaba su tradición, el quinto piso estaba vacío. Ambos tomaron la mochila con sus respectivos implementos necesarios para escalar, mientras Masaru los esperaba en su carro, para llevarlos cerca de su destino.

Su destino era el Monte Tsukuba, aunque el recorrido era de una hora y media en auto, su padre no les puso objeciones (Y más al ser el año nuevo) en llevarlos hasta su destino, y aunque este monte contara con teleférico, ellos lo iban a escalar.

—Muchas gracias por traernos Masaru~San—

—De nada chicos, los veré dentro de tres días, abríguense en la noche— Masaru arranco el auto y se perdió en la lejanía. Eijiro le sonrió a Bakugo que solo le hizo una mueca.

—¿Vamos?—

—¿A qué esperas bastardo? Comencemos—

—Bueno, cuando me mencionaste que iríamos a escalar, me imagine que me ibas a llevar al Monte Fuji—

¡30 días y contando!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora