Margaritas destruidas.

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N/A: joder, no creí que la idea les gustase tanto... ¡gracias por el apoyo!♡♡♡

quiero dedicar este capítulo a mi compañera del alma, la esponja de mi patricio Cookiesthechocolove que me ha estado ayudando demasiado con esta historia (aunque lleve apenas un capítulo publicado aH). dude, en serio te loveo, gracias :').

y pues, saben que los amo con mi alma ah, nOS LEEMOS. ♡




Capítulo 1: Margaritas destruidas.


Había pasado una semana, ¡una mísera semana! Y Kyley-B era el tema de conversación de muchas personas.

Y es que, su actitud era algo de que hablar, pues el chico parecía estar malhumorado la mayor parte del tiempo. No es como si a los demás les interesara ese detalle, pero esto destacaba gracias a que el chico pelirrojo quedase en el grupo A, el mismo en el que se encontraba Eric Cartman. Todos en aquel salón sabían que una persona tan narcisista como lo era el robusto sería difícil de callar, incluso ante el pelirrojo, que desde su primer día en el instituto había recibido su odio eterno.

Sin embargo, la llegada de Broflovski era lo de menos en clases de deportes, pues el chico lograba sobornar al maestro para no hacer ejercicio alguno y permanecer en las gradas, sonriendo con malicia cuando la mirada de alguno de sus compañeros se posaba en la suya para presumir su privilegio de no encontrarse corriendo junto a ellos. Los estudiantes del grupo A ignoraban al chico, pues sabían que quejar algo de su descarada sonrisa los llevaría a la tumba en un santiamén. Al menos eso intentaban, hasta que comenzó a gritar insultos sin miedo alguno:

"¡Butters, corres como un marica en un desfile de orgullo gay!", "¡Corre antes que te derritas, Wendy Testaputa!", "¡Así de veloz deberías traer mis tareas, Pip!". Los mencionados mantenían los puños cerrados, conteniendo el coraje de gritarle sus verdades a ese maldito chico de cabello rojizo, sabían que no valía la pena. O al menos eso intentaba la mayoría.

-¡A ver si así bajas unos kilitos, culón! -Fue el gritó que finalizó la tranquilidad de aquella clase de deportes, pues Cartman salió del círculo en el que corrían para ir directo a Kyley-B con los puños bien cerrados y el entrecejo marcado. Pronto los demás alumnos detuvieron su trote, observando la pelea que estaba por formarse y, obviamente no harían nada por detener.

--¡Vete a la mierda, Kahl! --Gritó el robusto lanzando uno de sus puños al rostro del mencionado, siendo alentado a seguir por los espectadores que hacían sus absurdas apuestas de quién ganaría tal enfrentamiento, dando en su mayoría el apoyo al pelirrojo, quién mantenía un rostro aburrido y sin interés alguno por lo que pasaba.

Pronto su puño fue detenido, siendo sostenido por la mano firme y fuerte de Broflovski, quién intentaba no sonreír al tener tal espectáculo en la palma de su mano. Eric lanzó otro golpe con su mano libre, siendo detenido de misma forma por el ojiverde que esta vez se dio el lujo de sonreír con malicia, pues claro estaba que no desaprovecharía una oportunidad de poder burlarse de alguien más.

--Cariño, mi nombre es Kyle, ¿acaso eres un retrasado mental como para no saber hablar? --los espectadores guardaron silencio, escuchando con atención las palabras de la voz chillona que no concordaba con el tono atrevido que tenía. Cartman, por otra parte, tenía las mejillas rojas del coraje, intentando soltarse del agarre de Kyle pero pareciéndole imposible, recibiendo una risa amarga y llena de picardía. --Mejor ve a un rebaño a pelear con alguien como tú para no pasar vergüenza como esta vez, ¿vale?

Dicho esto lo empujó, soltando sus manos para que cayese en el césped mal cortado y con algunas margaritas comenzando a crecer y que ahora eran destruidas por las manos del robusto que comenzaba a desprender. Cartman no podía dejar de apretar los puños contra el pasto, arrancándolo uno por uno para contener las ganas de volver a enfrentarlo, pues sabía que sería quedar como un completo débil.

--Nos vemos, cerdito~ --Se despidió poniéndose de pie, soltando una última risa cínica y caminar entre los entrometidos como si fuese un campeón de lucha libre que ahora llevaba su cinturón de oro puesto, lo que era algo similar al comparar. Pero en lugar de cinturón, su premio había sido la humillación de Cartman.

Cartman se levantó sacudiendo su ropa de cualquier rastro de tierra, comenzando a estrujar algo de pasto que había quedado en su mano hasta sentir que su mano comenzaba a temblar gracias al coraje e ira que sentía recorrer todo su ser. Kyle Broflovski... Otro patán que no sabía con quién se estaba metiendo.


Su molestia incrementaba al notar que, pese que el show había finalizado, sus compañeros aún permanecían a su alrededor observando con deleite su molestia, gustosos de ver a Eric Cartman recibiendo su merecido de una buena vez.

--¡¿Qué carajo me ven?! --Gritó haciendo que muchos se alejasen del lugar para regresar a la cancha, fingiendo hacer ejercicio pero aún manteniendo una mirada discreta en el castaño, quién comenzaba a caminar sin ningún rumbo específico aún con las mejillas ardiendo y demoliendo el césped con sus manos.

Se las iba a pagar, Kyle Broflovski estaba condenado a llevar un castigo del que jamás se podrá olvidar por haberlo tratado de esa forma, por haberle indultado frente a todos y tener el descaro de burlarse en su propia cara. Cartman no iba a descansar hasta tener su venganza hecha, hasta ver como el pelirrojo pidiera piedad y se disculpase por lo que había hecho, pero que sea demasiado tarde. Eric podía ser un completo sádico si se lo proponía, y eso es lo que haría. Kyley-B dejará de ser ese niño mimado y engreído.

Porque todos saben que a Eric T. Cartman no se le debe enfrentar.




El chico de Jersey ( kyman )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora