VI

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La sexta vez que te vi, fue, como todas las anteriores, en el hospital.

Pero no parecías tú.

Paseabas sola, por los pasillos, saludabas a todos.

¿A qué venía esa repentina y falsa alegría?

Sí, falsa,

porque distinguí tras tu feliz sonrisa la tristeza de tus ojos.

¿Querías engañarte?

No lo creo; no eras así.

Te vi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora