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¿Entonces lo que hice todo este tiempo de qué valió?

Dejé caer mi cabeza contra la puerta, Sonny la golpeaba desesperado mientras me llamaba por mi nombre y movia la perilla en vano.

-¡Callate! -Solté al borde de lágrimas de rabia. -¡No quiero saber nada de ti! -Arrojé el teléfono de Moore con fuerza contra la pared y este generó un ruido quebradizo cuando impactó. -¡Largate!

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Tomé mi maleta y empecé a caminar hacia la salida del aeropuerto mientras bostezaba, el viaje había sido largo, muy largo, incomodo y aburrido.

-Hey, esperame. -Solté un suspiro fastidiado al escuchar como Sonny llegaba corriendo detrás de mi.

El detalle de la incomodidad del viaje no era una cuestión de las sillas o ubicación, era su culpa, ahí perturbandome con su presencia e intentos vagos de hacerme conversación. Yo no estaba dispuesta a hablarle, soy solo su juguete después de todo, él mismo lo había dicho.

-No es mi culpa que seas tan lento. -Las puertas se abrieron frente a mi y el aire frío chocó contra mi rostro. Ay, Alemania.

-La maleta tardo en salir. -Se detuvo a mi lado.

-Ayudame a encontrar nuestra ruta. -Dije sin más, buscando alguna Van con el logo del canal.

-Allá. -Señaló Sonny. -Donde está el tipo barbudo sacudiendo la mano. -Llevé mi vista a donde el dedo de Moore apuntaba, notando a un tipo alto y fornido, con barba de leñador y rubio como los mismos ángeles.

Arrastramos nuestras maletas en dirección al tipo, quien con una sonrisa y un fuerte (en realidad MUY fuerte) abrazo, nos recibió.

-Sonny y ________. Es un placer conocerlos. -Habló con gravedad y con fuerte asento. - Yo me llamo Odell, yo los voy a guiar en el tiempo que ustedes estén acá. Disculpen mi español sí es malo, no practico mucho. -Dijo entre trabas y largas, pero se hizo entender.

-El placer es nuestro, Odell. -Se apuró a decir Moore.

-Vamos, voy a llevarlos a su hotel. -Metió las maletas en la parte trasera, sin mucha dificultad y nos hizo entrar. En el asiento del coopiloto habia una chica de cabello corto y rubio y ojos azules, llevaba unos audifonos y movia su cabeza al ritmo de alguna canción. -Sonneschein, no seas maleducada, saluda. -Le indicó, mientras la sacudia levemente.

¿Sonnech qué? Ella se giró subidamente y yo me paralicé.

-Hola. -Me vió a mi. -Hola. -Se dirigió a Sonny, volviendose correctamente en la silla.

-Perdonenla, ella no saber mucho español, lo que quiera decir debe comunicarlo conmigo. -Encendió el vehiculo, poniendolo en marcha al mismo tiempo que acomodaba alguna estación en la radio.

Todo el tiempo tuve la vista en la ventana, Moore estuvo la mitad del camino charlando con Odell de alguna cosa sobre camaras y eso, realemente no entendia mucho de lo que hablaban, usaban terminos muy técnicos y cosas de gente profesional yo no sabia mucho acerca del tema ya que no ponia mucha atención a esa clase cuando estaba en la universidad, además no era mi vocación. Meh...

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-¡Acá estamos finalmente! - Soltó Odell entre un suspiro de satisfacción, abriendo una puerta blanca, ya habiamos llegado al hotel, era hora de darnos un merecido descanso antes de empezar a laborar el dia de mañana. 

Sonny y yo dejamos nuestras maletas en el suelo al entrar a la habitación y miramos sincronizadamente a nuestro al rededor, el cuarto era espacioso, tenia una cama doble que se veia bastante bien, un armario, televisión, una pequeña sala de estar y uns gigantesca ventana que daba hacia la ciudad. No era una habitación cinco estrellas, pero estaba bastante bien.

Cigarettes After Sex (Skrillex Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora