Miedo

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Joel dejó a Erick en el sofá. Este temblaba. El pelinegro deseó no ver aquellos ojos negros que vio en Joel. Sabía que el rizado había estado segado por el odio y las ganas de matar a Johann.

Erick tenía miedo. Joel intentó acariciar su hombro más sin embargo Erick se alejó por miedo. No dejó que lo tocara.

Joel bajó la mirada y se arrodilló frente a él. Erick lloraba y Joel quería morir, no soportaba verlo llorar y lo peor era que lloraba por miedo. Miedo a él.

- lamento que me vieras así Erick- se disculpó- no me podía controlar...me daba pavor que él se quedara contigo...no lo pude evitar- puso su mano en el sofá e intentó meter su cabeza entre las manos y el pecho del pelinegro pero este solo le rechazó

Erick seguía temblando. No podía olvidar aquello ojos negros. Odio. Eso reflejaban. En ese instante no existieron aquellos ojos café que él conocía. Eran negros.

- Erick...- Joel ya no soportaba que el pelinegro no dijera nada- ...habla por favor- rogó

Christopher se hizo presente en la sala y supo que ya todo había terminado porque Joel estaba con su amigo lo que indicaba que el triunfo había sido para el rizado.

Miró aquella escena un poco triste. El miedo inundaba la mirada de Erick y el ararrepentimiento la de Joel.

El lobo le sintió y le miró. Dio un mirada lastimera para luego señalarle la puerta indicando que allí estaba Zabdiel. Chris no tardó en caminar hacia la dirección señalada.

Joel volvió su vista al pelinegro. No sabía que hacer. Él nunca había experimentado algo así. Nunca había tenido que lidiar con un caso como este.

La mano del rizado se dirigió a la mejilla del pelinegro. Erick no negó la caricia que el rizado quería brindarle. Se dejó mimar.

Aún tenía miedo. No quería volver a ver aquella mirada en los ojos café de Joel. Nunca más.

- o-ojos n-negros- balbuceó. Joel le miró extrañado pero entendió a lo que se refería

- Erick...lo siento- fue lo único que pudo decir

- n-no quiero v-verlos de n-nuevo- habló como pudo ante el temor que infundía todo su cuerpo al pensar en aquellos ojos negros como la noche.

Ahora Joel comprendía a que en verdad le tuvo miedo. Suspiró de alivio al saber que no tuvo miedo de él si no de sus ojos. Esos ojos negros brillantes que aparecían cuando su lobo se segaba por la sed de venganza.

- mi lobo se segó bebé- se atrevió a decir aquella palabra para ver si así lograba tranquilizar al pelinegro

Erick sintió como su corazón brincó ante aquella palabra, "bebé".

Joel sonrió al ver que el miedo había desaparecido del rostro del pelinegro tomando un color más rojizo.

- Erick te prometo que nunca más los volverás a ver pero quiero que estés conmigo. Que aceptes ser mi pareja. Mi pareja destinada.

Erick tembló. "¿Ser pareja del lobo de ojos negros brillantes?" eso no sonaba bien en su cabeza pero él había prometido que nunca más vería aquel color en su ojos ¿cierto?

- soy novio de Johann- le recordó

- no más- aseguró el lobo- esta pelea rompió ese vinculo Erick. Ya no eres más su novio

Erick de alguna manera se sintió enojado. ¡¿Acaso podía una estúpida guerra decidir por él?!

- mira Joel no sé como funcionan las cosas en tu mundo lobuno pero aquí en el mundo humano uno debe terminar con la persona por lo tanto para el mundo del cual yo vengo todavía soy novio de Johann- bufó- una guerra no elige por mi.

Joel suspiró, Erick era más complicado de lo que se imaginó aunque eso le gustaba. Ese chico lo tenía loco. Muy loco.

- ¿entonces que te parece si terminas con él?- preguntó mientras colocaba una hebra de cabello detrás de la oreja del pelinegro

Erick le miró por un instante mirando cuando el rizado se riera diciéndole que era una estúpida broma más esto nunca sucedió.

Joel al ver que no recibía respuesta subió su mirada a los ojos del ojiverde. Este le miraba con expresión de horror

- ¿terminar con Johann?- preguntó con miedo

- sí- afirmó Joel

Erick bajó la mirada y mordió su labio inferior en señal de nerviosismo

- tengo miedo- dijo por fin

- Er...bebé prometo cuidarte- le aseguró mientras tomaba una mano del pelinegro- yo estaré cerca para que no te haga nada

Erick sollozó- no Joel, tengo miedo de ti- tembló y empezó a llorar más

Joel se levantó enseguida y sintió como su corazón se detuvo. Erick tenía miedo de él. No confiaba en él. Su lobo aulló en su interior.

Joel sin darse cuenta había caído al suelo de rodillas. Empezó a llorar. Esas palabras le habían dado directo al corazón. Le dolía el pecho. Erick prácticamente le había matado al decir eso. Joel lo sintió. Sintió que su lobo se moría dentro de él. Su pecho de desgarraba. Su lobo sufría igual que él.

Entre Lobos [Joerick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora