Epílogo

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Antes que nada les quiero agradecer por todo. Gracias por el apoyo que me han dado con esta novela.

Por favor no quiero que en este capitulo hagan referencia en mal forma contra el culito de Erick porque aunque sea pequeñito pero tiene no mamen.
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Las cosas iban más que bien. Ahora se encontraban Joel y Erick solos en la habitación del pelinegro.

Erick murmuró algo inaudible para el lobo ya que Joel no estaba prestando ni la más mínima atención al pelinegro

- ugh, ¿me estás escuchando?- habló en tono molesto

- ¿eh?- preguntó el rizado confundido

- te estaba hablando- rodó los ojos

-bebé lo siento es que...- verga como decirle que estaba pensando en como cogerselo

- solo ven y recuestate conmigo en la cama- palmeó el lado de la cama siguiente a él

Joel obedeció y se subió a la cama poniéndose a la par del pelinegro. Le rodeó con su brazo apretándole fuertemente contra si. Un gemido agudo salió de Erick. Aquel sonido terminó de enloquecer al lobo de Joel.

El rizado se acercó a la boca del pelinegro tomando su boca en un ligero movimiento. El beso era feroz y con pasión.

Joel movió su cuerpo para quedar encima del pelinegro tomando así sus manos para ponerlas al lado de su cabeza para a tener un mejor control de la situación.

Erick movió sus caderas para obtener un mejor roce con el pene ya erecto de Joel

- uhm- gimió Erick cuando sintió la mano de Joel en su muslo.

El rizado estaba volviéndose loco pero debía controlarse, no quería usar demasiada fuerza porque temía lastimar al pelinegro.

Su forma sobrenatural no era la adecuada ya que cuando dos lobos se unían en uno las ganas eran tan grande que ambos utilizaban todo fuerza con la intención de fusionarse en la más pura sensación dada solo mediante el sexo.

Joel levantó los muslos de su chico para pocisionarlo en su cadera. La erección de ambos rozaron provocando que ambos gimieran

- ¿e-en serio q-quieres hacer e-esto?- habló con la voz más ronca de lo usual

Erick volvió a devorar los labios de Joel como respuesta. Se sentía excitado. Nunca se había sentido tan bien al besar a alguien. Besar a Joel se sentía correcto.

Joel bajó sus manos hasta el inicio de la camisa del pelinegro, la quitó en cuestión de segundos logrando así. Logró ver el cuerpo superior de su chico desnudo. Pasó su dedo por el pezón duro de Erick.

Erick gimió al sentir el suave tacto en esa zona débil. Movió su cadera dándole a conocer a Joel cuanto había disfrutado aquel acto.

- ¿te gusta?- preguntó cuando pasó su lengua por el pezón. Recibió un jadeo por parte del pelinegro

Erick sonrió y pasó sus manos por la camisa del rizado- tienes mucha ropa- hizo un puchero causando una ligera excitación en el rizado

Joel sin protestar se quitó la camisa. Los ojos de Erick brillaron. Joel era simplemente perfecto. Sus manos acariciaron el desnudo pecho y fueron a parar en el cabello del rizado

- te amo- susurró Joel- quieres hacer el amor?- preguntó dándole un beso fugaz en los labios

Una mirada llena de lujuria se formó en Erick, frotó su erección contra Joel dándole la respuesta que quería

- prometo cuidarte bebé- le susurró el el oído.

El rizado sacó los pantalones del pelinegro con todo y ropa interior. Jadeó am verlo desnudo solo para él. Nadie más vería aquel cuerpo hecho por los dioses más que solo él.

Besó cada espacio del delgado cuerpo. Quería recordar cada detalle. Le estaba haciendo el amor.

La dureza de miembro estaba haciendo de mas suyas provocando una corroe te de dolor. Joel sin pensarlo sacó su pantalón dejando así lucir su marcada erección en su bóxer.

Erick se lamió los labios al ver aquello. Estaba mojado, Joel se había puesto mojado por él

- te gusta lo que ves?- Joel sonrió pícaramente

- me encanta- alcanzó a decir. Joel le miró y sus ojos brillaron. Tomó la mano del pelinegro para luego llevarla a su zona mojada.

Erick jadeó. Una cosa era verlo pero otra mucho más placentera era tocarlo.

Joel retiró la mano para darse paso de chupar y besar el cuello de Erick. Bajo por toda la anatomía del pelinegro para luego tomar el miembro del contrario en sus manos. Acarició el erecto miembro por unos segundos para luego besarlo.

Erick no podía describir las increíbles sensaciones que el rizado le estaba brindando. Joel besó sus piernas, las abrió para colocarlas en sus hombros.

- quiero tenerte siempre solo para mí Er...- susurró el rizado

La manos del rizado fueron a dar a la nalgas del pelinegro. Erick estaba húmedo, todo su cuerpo reaccionaba al toque del rizado

Joel susurró palabras de amor antes de introducir su primer dedo en el apretado agujero de Erick. Aquella sensación era única.

Tal vez Joel no había sido el primero pero esta vez era especial porque no estaba teniendo sexo, estaba haciendo el amor con la persona que ama.

Un segundo dedo se introdujo provocando que un sonoro gemido saliera de los labios de Erick. El pelinegro entre abrió su boca cuando sintió los movimientos del rizado ponerse más rápidos. Joel lo hacía tan bien.

El miembro del rizado bombeaba, chorreaba, estaba ansioso por entrar a ese rosado y apetitoso agujero.

Se apresuró a meter un tercer dedo y sus movimientos se volvieron más bruscos. Necesitaba ya entrar en su adorado bebé.

Sacó sus dedos recibiendo un gemido de desagrado por parte del pelinegro. El lobo de Joel gruñó, quería obedecer a su pareja. Joel agarró su miembro y pasó lubricante por este para no lastimar a su bebé.

Alineó el miembro en la entrada del pelinegro quien lo recibió gustoso. Erick empezó a gemir. Amaba ese sonido, Erick gimiendo era lo mejor que había escuchado.

Cuando todo su miembro estuvo dentro del pelinegro tardó un poco en moverse, estaba esperando que Erick se acostumbrara a él.

Cuando este ya estuvo listo empezó a embestirlo. Joel esperaba ser cuidadoso porque no quería lastimas a Erick. No quería que su instinto animal se apoderarse de él.

Las embestidas eran lentas pero seguras. Erick sentía un profundo placer al tener a Joel dentro de él.

Joel sin querer empezó a embestirlo con mayor velocidad logrando que Erick gimiera de placer. Este disfrutaba de la brusquedad que el rizado le brindaba.

Se sentía dichoso. No quería que esto se acabara nunca pero sentía he ya se venía y pasaron unos segundos cuando sintió como su miembro se descargó sobre su pecho y el de Joel.

El rizado al sentir las paredes del pelinegro contraerse apretando su miembro se corrió llenando así a Erick. Se corrió en su interior y eso era lo más delicioso que había hecho en su vida.




Mañana es posible que publique dos nuevas novelas. Igual yo les aviso por aquí ❤❤❤

Entre Lobos [Joerick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora