Quédate

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Joel levantó en cuerpo casi inerte de Erick del suelo y lo colocó en la cama, le puso la cobija encima, estaba por salir de la habitación cuando oyó su voz casi inaudible

- quedate, solo unos minutos- Erick sollozó- pero...si no quieres está bien

El rizado se tensó, no podía quedarse con él, no quería que las cosas se confundieran.

Al escuchar otro sollozo de parte de Erick su lobo rugió, quería protegerlo y decirle que todo estaría bien.

Joel bufó y se acercó a la cama, se sentó allí solo esperando a que el pelinegro se durmiera.

¿Cómo sería dormir con él?, ¿cómo sería abrazarlo, susurrarle que todo estaría bien? El lobo de Joel volvió a gruñir y este solo se fue acostando al lado del pelinegro, no sabía que pasaría después pero hoy solo quería tener el olor dulce que más odiaba cerca de él.

Sintió la cabeza de Erick posarse en su pecho y sonrió como estúpido, ¿cuanto dolor le causaría a aquel pobre chico? No sabía pero quería disfrutar mientras podía

Rodeó la cintura de Erick y lo pegó más a su cuerpo. Erick se sintió tranquilo por primera vez desde que sus padres fallecieron.

Así ambos sintiendo su calor se fundieron en un grato sueño que nunca habían experimentado en sus cortas vidas.

(...)

Joel abrió sus ojos, miró a Erick dormido todavía, sonrió y le acarició la mejilla. Quería besarle pero no podía, le veía los labios, se veían sedosos y rojizos, daría lo que fuera por probarlos aunque sea una vez.

Erick al sentir el tacto despertó medio asustado pero al mirar a Joel solo sonrió

- ¿ya te sientes mejor?- susurró Joel

- buenos días Joel- sonrió- ya me siento mejor- mordió su labio inferior- me alegra que te hayas quedado- sus dedos viajaron al los fuertes músculos de Joel- me siento muy felíz

- Erick...-

- no importa nada Joel pero...- el pelinegro le miró muy serio- yo no soy un chico de un polvo

El rizado asintió y pegó a Erick tomándole de la cintura, Erick gimió al sentir el pene erecto de Joel pegar contra él.

- lo siento pero así es siempre- el rizado sonrió- y al parecer hasta mi lobo se siente así por haberse levantado a tu lado

Erick soltó una risita y los ojos de Joel brillaron, quería escuchar esa risita siempre.

- ¿tienes hambre?- el rizado besó su mejilla

- sí- habló moviendo la cabeza

- bien quedate aquí y yo la traeré- besó su mejilla una vez más y salió del la habitación.

Erick se sentía tan feliz, suspiró mientras sonreía quería gritar como una chica pero solo se envolvió en las sabanas una vez más.

(...)

Joel bajó las escaleras y miró a todos lados, no había señal de Chris o Zabdiel.

Empezó a hacer el desayuno para Erick, su lado lobuno le permitía escuchar a Erick durmiendo en la cama, podía escuchar su suave respiración, le gustaba, ese chico le gustaba.

Nada malo podía pasar ¿o si?

Al terminar de hacer el desayuno subió a la habitación y encontró a Erick arropado por las sabanas.

- Er...- le removió un poco

El pelinegro solo se quejó un poco y siguió durmiendo.

Así quería levantarse todos los días con un Erick somnoliento que amaba enredarse entre las sábanas.

- Erick...- besó su mejilla.

El pelinegro al sentir el tacto de los labios de Joel solo sonrió y abrió sus ojos levemente

- tengo que ir a la universidad y no quiero- se quejó- sé que verás a Yoandri

- eso no importa- tomó su mano- hoy termino con mi oscuro pasado

Aquellas palabras hicieron que Erick riera contagiando a Joel

- bien...yo debo irme Erick, ahí está tu desayuno- se levantó de la cama y se marchó, así, sin ningún beso o ni siquiera un adiós salió de la boca del rizado.

Joel salió del cuarto y suspiró, ya no podía, deseaba devorar los labios de Erick y cerca de él era casi imposible poder abstenerse.

- ¡el primito está aquí!- Zabdiel puso una mano fuerte mente en el hombro de Joel- dime primo ¿cómo la pasaste anoche? ¿Lograste llevar a Erick a la cama? ¿Fue tan fácil?

Joel respiró entre cortado a causa del enojo que se había apoderado de él

-tú no eres quien para juzgarme además tú eras peor que yo antes de que Chris llegara ¿o ya se te olvido con cuantos te metias a la vez?

Zabdiel sonrió aún con más burla y negó con la cabeza- se supone que para eso es que encontramos nuestra pareja Joel, para componernos no para negarla y regarla más

- tal vez- bajó las escaleras y salió de la casa, si pasaba un segundo más allí terminaría loco.

Decidido a entrar en su carro caminó lo más rápido que pudo, al estar adentro pudo respirar otra vez, su lobo quería a Erick más sin embargo el respiraba tranquilamente por no tenerlo cerca. No quería regarla otra vez.

Entre Lobos [Joerick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora