HISTORIA CORTA | COMPLETA | FANFIC
Hace más de veinte años, el psicólogo Arthur Aron logró que dos extraños se enamoraran en su laboratorio.
¿Por qué no hacerlo ahora?
Fecha de publicación original: 18 de mayo de 2018
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—El primer parto que atendí —responde la chica con una sonrisa mientras recuerda aquel momento —, sé que no soy médico, pero en esa ocasión estaba sola y en un lugar retirado, llegaron a mí por ayuda y tuve que enfrentar la situación, es muy diferente a que te lo cuenten en una clase, vídeos o lo veas "de lejos", a cuando eres tú quien recibirá al bebé. Fue la mejor experiencia, es impresionante ver la llegada de una personita a este mundo, la felicidad en el rostro de sus padres que momentos antes era de angustia, ¿y sabes cuál fue la mayor recompensa?
—¿Cuál? —cuestiona Chris.
—Meses después de esto, yo perdí contacto con la familia, pero luego me enteré de que la niña de llamaba Alexandra Rose —murmura con emoción —, le pusieron mi nombre —afirma.
Chris echa su cuerpo hacia atrás, le parece un acto muy dulce de aquella familia hacia la chica por el apoyo brindado, lo enternece.
—Ahora dime, ¿Cuál es el tuyo? —cuestiona la joven con interés.
—Hace unos años hice una visita con Chris Pratt a un hospital, conocí a un pequeño, un chico muy valiente que enfrentaba un pronóstico muy malo, su mamá estaba desesperada y resignada a perderlo en los próximos días o meses. Fue algo que nos marcó mucho a Pratt y a mí, él pensaba en su hijo y yo en mis sobrinos, fue difícil. Hace como tres meses, el mismo hospital me contactó para otra visita, accedí y compartí con esos niños, pero al salir, un pequeño corrió hacia mí y me abrazó: era él. Pese a su diagnóstico comenzó a recuperarse hasta que lo dieron de alta, ahora ha vuelto a incorporarse a su vida de niño, y ya no está más en un hospital.
Los ojos de Chris se encuentran acuosos, Rose lo mira con gran admiración por el cariño que ha mostrado hacia un pequeño. Esos casos son muy comunes, vidas prometedoras que se ven interrumpidas por terribles enfermedades.
Unas cuantas lágrimas logran escaparse de los ojos del actor, Rose no puede contenerse y estira su mano para tomar la de Chris en busca de mostrarle su apoyo, él lo nota y abre su palma para recibir su toque, ella piensa en detenerse, pero algo la impulsa a no contenerse y tomar su mano.
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