segunda parte

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Despertó cuando su madre ingresaba a su cuarto – golpeé muchas veces pero no abrías, por ese entré, disculpa – él negó, odiaba que su madre se sintiera así con él – llegó Nam con Hoseok, ¿los hago pasar? – asintió y admiró a sus dos amigos, únicos que aún le quedaban.'

– el tema es que Nam está enamoradísimo de un chiquillo, de acá, de este pueblo – sus encías se vieron en su reflejo ante un espejo – ¿Taehyung? – el más alto de los tres pero menor que todos, Nam, asintió con un leve sonrojo – creo que hasta ya pasó – las cejas del relator de las historias de Nam se alzaban y bajaban, con un tono insinuante, totalmente de inferencia. Yoongi se rió fuertemente cuando Nam se abalanzó sobre Hoseok y comenzaron una pelea infantil, entonces, el espejo se tiño de rojo y Yoongi miró a YoonJi en él, los ojos de ella le perturbaron más que cualquier otra cosa, se vio con ella discutiendo, ambos golpeándose. Sus ojos se vieron en un mundo amarillo de pronto, comenzó a sacarse el cabello y gritar, sintiendo unos fuertes brazos sostenerle – tranquilo Yoongi, estamos acá, soy Hoseok y él es Nam, amigo – la madre ingresó y le inyectó, sintió un peso y luego no sintió más.

Esa tarde le hizo devolverse a una vez anterior, hace dos años, cuando se aisló de todos. Recordó a su padre contratando a un carpintero para que arreglará la puerta, con ello una discusión de sus padres – ¿y qué sugieres amor? ¿ah? ¿Qué lo perdamos a él como a Yoon Ji? – el carpintero seguía en lo de él, haciendo un orificio en la puerta.

Esa tarde sus amigos se fueron, teniendo en claro que necesitarían tiempo para volver. Tres golpes y abrió el orificio inferior en su puerta, era la señora Kim – le traje su almuerzo y un jugo de uva – el aceptó todo y la dejó ir. Fue a su escritorio y comió, luego al cuarto de baño donde cepillo sus dientes. Dejó la bandeja en el orificio de su puerta y cerró aquello con pestillo. Así pasaron once días.

Abrió el agua caliente y la dejó caer en la tina, mientras iba por una toalla, al volver colocó el agua helada y a medida que ésta caía dentro de la tina, él iba tocando para ver si se entibiaba. Al momento de estarlo se echó ahí y comenzó a relajarse.

Caminaba con alegría y mirando las hojas de otoño caer, algunas aún seguían verdes, otras estaban tiñéndose de un color café, la que Jungkook sostuvo en su mano era amarilla – es mi color favorito ¿sabes? – Yoongi tomó la hoja y asintió – no hay color que me agrade más que ese, me llena de calma, de tranquilidad, de vida – Yoongi guardo esa hoja, sin ser visto por aquel. Aunque de nada servía hacer esas cosas, si cuando al volver, Jungkook corría a los brazos de Yoon Ji – amor, hoy tu hermano me mostró su hermoso jardín – ella asintió desganada y camino con el menor a su cuarto, Yoongi sabía lo que se venía con ello, por lo que desapareció de la sala. Tenía instrucciones de ella:

– si padre o madre llegan, avísame, no me importa nada – y así hizo, corrió al cuarto, padre había llegado antes de Seúl, ingreso sin más y los vio discutiendo – ¿qué mierda haces aquí Yoongi? ¡vete!

Pero no alcanzó a decirle nada, ella salió del cuarto y se cruzó con su padre, él no lo dudo, tomó a Jungkook de la mano y se metió con él dentro del clóset de la hermana – estabas peleando con tu hermano, Yoon Ji puedes ser más madura, deja de odiarlo – Jungkook tomó la mano de Yoongi al sentirlo sollozar. Tomó una prenda de Yoon Ji y se la cedió para que secara sus lágrimas, era un pañuelo amarillo. – el que él haya nacido después no hace que no te queramos, eres nuestra niñita – Jungkook llevó sus dedos a los ojos de Yoongi y los hizo cerrar:

– no llores, bebé.

Vio a su padre con su hermano en el baño, su madre lloraba, él se había tratado de matar entre sus pensamientos. – nunca más tomarás duchas de tina menos solo, imbécil – le escuchaba a su hermano decir, viéndolo mojado completamente. 

xantofobia; yoonkook .-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora