III

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¿Alguna vez has sentido qué haces algo bueno pero todo el mundo lo ve mal? Si tu respuesta es si, entonces seguramente comprenderás como se sintió Boruto al reencontrarse con su padre en una batalla en la que alguien sale herido.

-¡Maldicion Boruto! ¡Detente! No sabes dónde está papá y quizás...- Himawari dejo de correr de golpe en cuanto vio a Boruto frenar frente una verdadera batalla.

Enemigos contra aliados. Bien contra el mal. Sangre. Sangre. Sangre. Eso es lo que ellos veían detrás de unos árboles y arbustos. La zona estaba devastada, parecía como si nunca hubieran existido casas o vida humana.

-Ahi está papá- Señaló Boruto en dirección a su padre quien se encontraba peleando contra un enemigo que llevaba una lanza al frente- ¡tenemos que ayudarlo!

Sin pensárselo dos veces Boruto saltó al campo de batalla. Himawari volteó a ver a Kiba confundida.

-¿Debo ir tras el verdad?- Himawari hablo con preocupación alzando una ceja.

-Yo recomendaría, princesa, que usted aguarde aquí mientras yo voy a...- Kiba tenía los ojos cerrados mientras levantaba el dedo índice con aires de sabiendo- mientras yo busco al príncipe y así usted está a salvo ¿entendido?

Kiba abrió los ojos y en cuanto se dio cuenta Himawari había desaparecido de donde estaba.

-¿Princesa?- Kiba giro la cabeza en dirección a semejante campo de batalla- ¡Himawari!

El corrió en dirección a ambos príncipes.

Sangre.

Muerte.

Esperanzas de salvar lo que amas.

-¡Papá!- Gritó Boruto a unos cuantos metros de Naruto quien se encontraba en un duelo de espadas.

Naruto miró por el rabillo del ojo a su hijo de 22 años parado ahí luchando junto a él, eso generó una distracción que le costó una patada en la parte trasera de la rodilla haciéndolo caer y Justo cuando el enemigo rebanaría su espada para cortar la cabeza de su padre. Su hija menor interpuso su espada frenando el ataque.

-Himawari- murmuro Naruto al no poder creerlo.

Himawari le dedicó una sonrisa ladeada y luego pateó con fuerza el abdomen del enemigo. Boruto se incorporó a su padre y a su hermana quedando así tres de los miembros de la familia real luchando, junto con un escuadrón de apoyo, contra unos invasores enemigos.

-¿¡Que están haciendo aquí!? ¡Les dije que se quedaran en el castillo!- Naruto grito estresado por todo lo que ataba pasando en ese momento.

-¿Ni siquiera un Gracias viejo? Te acabamos de salvar- Boruto estampó su puño en la cara de un enemigo que tenían intenciones de hacer un ataque frontal.

-Díganme que no trajeron a su madre- Naruto frunció el ceño y cerró los ojos.

-No estamos locos- contestó Boruto ligeramente ofendido- se quedó con Shikamaru y Shikadai,

-¡Ustedes no debería de estar aquí! Por eso los deje al cargo de Shikadai, maldición ¿Me desobedeció?- Naruto estaba enojado, lo que no sabían sus hijos es que tras ese enojo había estrés y preocupación de que sus hijo murieran.

Ser herederos es complicado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora