Una Botella Debajo de la Mesa

Gracias a Ti

- ¿Y qué pasó? - pregunta Jimmy.
- Pues que la policía llegó, se llevaron a Grövich, nos despedimos con Johan y me puse el abrigo para poco después llegar aquí y explicártelo todo.
- Menos mal que todo ha acabado bien… - se alivia Jimmy.
- Y todo gracias a ti.
- ¿Cómo? ¡Pero si yo no he hecho nada!
- ¡Claro que has hecho algo! ¡Si no me hubieras enseñado la botella de debajo de la mesa, todo esto no habría pasado!
- Estoy demasiado viejo como para aceptar halagos… - bromea Jimmy.
Se hace una pausa.
- Quiero darte algo - digo, finalmente.
- ¿El qué?
Le doy un sobre grueso y lo abre. Saca un grupo de billetes unidos por una goma. Se queda impresionado por su contenido.
- ¿¡Pero qué es esto!?
- Es parte de la recompensa por coger a Grövich.
- Pero… yo no puedo aceptar algo así…
- ¡Claro que puedes!
- Pero…
- Mi padre hubiera querido que lo tuvieses.
Jimmy se queda un rato reflexionando. De repente, se guarda los billetes en una caja de al lado.
- Tu padre era un buen hombre…
- Ya lo creo.
Nos quedamos hablando hasta tarde, como él hacía con mi padre en los “viejos tiempos”. Finalmente, salgo a la calle y me dirijo a mi casa, saltando alegremente. Estoy bien. Estoy feliz. Y todo gracias a una botella debajo de una mesa.