La comida desaparece rápidamente, porque es deliciosa y Steve realmente es muy bueno como cocinero.
Billy se lleva la comida a la boca como si hubiera estado muriendo de hambre durante días, agarrándose a su plato de forma protectora cuando Steve le dice que no tiene que comerse todo si hay algo que no le guste.
"Cállate," Le ladra Billy. "Está increíble," agrega, casi enojado, y se sirve más puré de papas.
Incluso Dustin, que generalmente come con Steve varias veces a la semana, come alegremente su ensalada cuando ya no hay más empanadas de pastel de pollo, todo el tiempo protestando porque eso es lo que él llama comida de conejo, y afirmando que solo se la está comiendo porque es un niño en crecimiento y siempre está hambriento.
Dustin es un mentiroso que miente. Steve sabe con certeza que la Señora Henderson siempre le empaca zanahorias con su almuerzo y que Dustin engulle esa mierda como si fuera crack. Él ama las ensalada; pero piensa que es embarazoso admitirlo.
"Deberíamos hacer esto de nuevo," dice Max con determinación cuando Billy finalmente deja sus cubiertos y comienza a mirar su reloj. A ella se le han ocurrido una serie de excusas muy obvias para no irse durante la comida, y sigue enviando hacia Billy lo que Steve está seguro de que ella cree que son miradas sutiles. Ella está jugando con su comida alrededor de su plato ahora, a pesar de que prácticamente había inhalado su primera y segunda porción. O posiblemente es justo porque ella prácticamente inhaló su primera y segunda porción.
Steve no está del todo seguro de si ella pidió una tercera porción porque su comida realmente es muy buena o porque está tratando de hacer tiempo.
Probablemente una combinación de las dos, decide. Al menos ha dejado de excusarse para usar el baño cada pocos minutos en un intento de hacer que la cena dure un poco más.
Billy, que ha estado extrañamente callado desde que se sentaron a comer, suspira y empuja su silla hacia atrás. "¿Te importa si tomo prestado tu auto para llevar a Max? También pasaré por donde los Henderson. Te ahorrare el viaje." Él asiente con la cabeza hacia Dustin. "Te devolveré el auto después."
Él no responde a la idea de Max.
"Claro." dice Steve, forzando tanta alegría en esa sola palabra como puede, mientras que Max le lanza una mirada decepcionada.
Billy asiente, una vez. "Gracias. Y gracias por la comida. Vamos, Max, se está haciendo tarde."
"Ni siquiera son las siete," dice Max tercamente. "No necesito estar en casa hasta las nueve."
Billy suspira de nuevo y se pasa la mano por el cabello con frustración. Él parece hacer eso mucho. Es extraño cómo Steve nunca lo había notado antes.
"Necesitas estar lista para ir a dormir a las nueve," replica Billy con una mirada penetrante.
Max abre la boca para protestar, pero antes de que pueda hablar, Dustin exclama: "¡Postre!"
Es más un grito que nada, en realidad, y se sonroja cuando todos se giran para mirarlo. Se aclara la garganta, y Steve siente un cariño insoportable por este niño tonto que tan desesperadamente quiere ayudar a sus amigos, porque mientras Dustin continúa hablando, queda claro que está tratando de encontrar una excusa que le permita a Max quedarse con Billy un poco más.
"Postre," Dice Dustin nuevamente, más firmemente esta vez. "No podemos irnos sin postre. Eso está mal."
Steve niega con la cabeza. "No hice postre," dice suavemente. Lo hubiera hecho si hubiera sabido que así saldría todo.
Max se hunde en su asiento, triste y derrotada.
Dustin la mira impotente. Lo siento, mueve los labios, y Steve siente que su corazón se encoge un poco al verlo.
